Actualizado 17/02/2015 11:36

Alegan esquizofrenia para salvar al segundo brasileño condenado a muerte en Indonesia

Rodrigo Gularte
Foto: YOUTUBE

RÍO DE JANEIRO, 16 Feb. (Notimérica) -

   Un informe médico que certifica que el brasileño condenado a muerte en Indonesia por tráfico de drogas, Rodrigo Gularte, tiene esquizofrenia sería el último recurso que se utilizaría para detener su ejecución, que tendrá lugar este mes.

   El ciudadano brasileño Rodrigo Gularte fue detenido en 2004 en Indonesia cuando intentaba entrar al país con seis kilos de cocaína escondidos dentro de varias tablas de surf.

   "Él está muy confuso, no puede comprender la realidad de lo que está pasando con él", dijo la prima de Rodrigo Gularte, Angelita Muxfeldt, que está en Indonesia acompañando a Gularte desde que fuera condenado hace 11 años.

   Ahora, junto con la familia, Muxfeldt hace el último esfuerzo para salvar al preso brasileño del corredor de la muerte. El intento estaría centrado en mostrar que Gularte sufre esquizofrenia, una enfermedad mental.

   Gularte, de 42 años, nació en el seno de una familia de clase media alta en Foz do Iguazú, en Paraná. El pasado mes, según indica el medio brasileño 'O Globo', la madre de Rodrigo, Clarisse Gularte, aseguró que era un joven tranquilo. "Rodrigo siempre fue una persona buena, nunca le hizo mal a nadie", lamentaba Clarisse.

   Por otra parte, su familia ha hecho referencia a su involucración en el mundo de las drogas en su adolescencia, donde incluso llegó a estar internado en clínicas para desintoxicación, y es que Rodrigo siempre tuvo problemas psicológicos.

   "Rodrigo tenía un cuadro de depresión y bipolaridad. Además, antes de ser encarcelado, se alejó mucho de su familia", dijo Angelita.

   En el momento de su detención, Rodrigo iba acompañado de dos amigos brasileños, pero según la familia, él aceptó todas las culpas.

   A petición de la familia, Gularte ha sido sometido a pruebas llevadas a cabo por un médico acreditado del gobierno de Indonesia para indicar la situación de la salud del preso. "Le dijo al médico que por la noche, oye bombas que invaden la prisión y voces", dijo Angelita.

   Según el informe, Gularte tiene el "nivel normal de conciencia y es "capaz de cuidar de sí mismo". Sin embargo, el doctor asegura que el brasileño tiene pensamientos "irreales" y "delirios extraños", al mismo tiempo que asegura que Gularte sufre de "alucinaciones visuales y auditivas" y tiene dificultades en la compresión y la atención.

   El gobierno brasileño presiona para que sus homólogos indonesios acepten las peticiones de clemencia y cancelen la ejecución, aunque las perspectivas de éxito son poco alentadoras dado el precedente de hace unas semanas, cuando fue ejecutado Marco Archer, el primer brasileño condenado a pena de muerte en el extranjero.

   Precisamente y tal y como indica el diario 'Folha', el pasado miércoles, la Embajada de Brasil en Yakarta solicitó asistir a una reunión en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Indonesia este lunes para discutir los procedimientos relacionados con la ejecución.