Actualizado 04/04/2015 13:45

Amanda Knox trabajará para "dar voz a otros condenados de forma errónea"

Amanda Knox
Foto: REUTERS

MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Amanda Knox, la joven estadounidense que finalmente fue absuelta en el caso del asesinato de la estudiante británica Meredith Kercher en el año 2007 se ha comprometido a trabajar para "dar voz a otros que han sido condenados de forma errónea".

   Knox ha publicado una carta una semana después de ser absuelta definitivamente por el Tribunal de Casación italiano, máxima instancia judicial del país, en la que ha agradecido el apoyo recibido durante estos años, en los que ha recibido múltiples donaciones económicas.

   "Quiero devolver todo lo que la gente ha hecho por mi", ha afirmado la joven estadounidense en su misiva abierta. "Muchos otros han sido condenados de forma errónea y no cuentan con este apoyo", ha lamentado, según ha recogido la CNN.

   "Trabajaré para dar voz a estas personas. Lo haré porque se como una condena errónea puede destrozar la vida y porque debemos honrar a las víctimas de los crímenes asegurándonos que los delincuentes reales son llevados ante la justicia", ha subrayado Knox.

"LLENA DE ALEGRÍA"

   Tras conocer su absolución, que se convirtió en la cuarta sentencia que obtenía por la muerte de Meredith --que apareció con 43 puñaladas en el piso que ambas compartían en la localidad italiana de Perugia dando lugar a un largo y complejo caso--, Knox aseguró sentirse "llena de alegría".

   Junto a Knox, también fue absuelto el que era su novio en el momento del asesinato de Meredith, Rafaelle Sollecito, que fue acusado de participar en el crimen. La principal hipótesis sostenía que ambos mataron a Meredith al no querer participar en un juego sexual.

TRES AÑOS EN LA CÁRCEL

   Knox ha reiterado en numerosas ocasiones su inocencia y ha asegurado que la noche del homicidio se encontraba con Sollecito en el apartamento del italiano fumando marihuana y viendo la película 'Amelie'. Además denunció haber sufrido abusos durante los interrogatorios, al no dejarle dormir y no proporcionarle un traductor.

   La estadounidense fue condenada a tres años de cárcel por calumnias a Patrick Lumumba, al que acusó de haber asesinado a Kercher. Sin embargo, no tuvo que cumplir esta pena al haber pasado cuatro años en prisión preventiva, dentro de los 26 años a los que fue condenada en primera instancia.