CIUDAD DE GUATEMALA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El terremoto que sacudió Guatemala el miércoles ha acabado con la vida de 52 personas, mientras los servicios de emergencia continúan con la búsqueda de supervivientes en la zona noroeste del país, la más afectada por el temblor, con miles de viviendas dañadas.
El epicentro del seísmo, de magnitud 7,4 en la escala de Richter y que ha sido el mayor terremoto registrado en el país centroamericano desde 1976, estuvo localizado en el mar, a unos 24 kilómetros al suroeste del pueblo costero de Champerico.
La mayoría de las muertes han sido provocadas por los derrumbes de viviendas en distintos pueblos de los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango, cerca de la frontera con México. "Esperamos tristemente que este número vaya a seguir aumentando", ha advertido, en rueda de prensa, el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina.
El presidente ha cifrado en 22 los desaparecidos, en 2.966 las personas evacuadas y en 1,2 millones las afectadas por el seísmo, según informa el periódico 'Prensa Libre'.
El recuento de víctimas se desarrolla desde este jueves de forma paralela a otro: el de daños. El Gobierno espera tener una estimación aproximada en 48 horas, aunque el Ministerio de Finanzas ya ha anunciado un primer desembolso de 60 millones de dólares (47 millones de euros) para atender necesidades urgentes de la población.
Pérez Molina ha decretado el estado de calamidad en San Marcos, Quetzaltenango, el sur de Quiché y Huehuetenango. La medida, que tendrá 30 días de vigencia, tiene como objetivo acelerar los protocolos de evaluación de daños, reconstrucción y recepción de ayuda.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), ha enviado 44 toneladas de recursos y ayuda humanitaria a las comunidades más afectadas por el terremoto, que al menos han logrado recuperar de forma casi completa el suministro eléctrico. El Ministerio de Energía y Minas calcula que un 95 por ciento del servicio funcionaba este jueves con normalidad.