Ana Julia Quezada
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   MADRID, 12 Abr. (Notimérica) 

   La dominicana Ana Julia Quezada Cruz, la asesina confesa de Gabriel Cruz, ha escrito dos cartas a la periodista de Telecinco Ana Rosa Quintana en las que habla de la muerte del niño de ocho años en Almería (España), hijo del que hasta entonces era su pareja, Ángel Cruz. Asegura que fue "un accidente" y pide perdón a la familia.

   En la primera misiva, da su versión de lo ocurrido el pasado 27 de febrero. Según ella, "fue un accidente y siempre lo diré porque es la verdad. No fui lo suficientemente fuerte como para decirle a mi pareja, a nadie, lo que había pasado y, poco a poco, me fui metiendo en una bola cada vez más grande", asegura Quezada.

   "Sé que no tengo excusa por el accidente. Quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo. Ángel, Patricia, a todos perdón. Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que ella algún día me pueda perdonar", añade Quezada.

   Aunque sostiene que no puede hablar debido al secreto de sumario que pesa sobre la causa, asegura estar impactada por todas las "mentiras" que se han dicho sobre ella.

   En una segunda carta, rechaza las imágenes de la quema de una muñeca negra que la representaba a ella en Coripe, un pueblo español de Sevilla, porque cree que es un acto de "racismo y xenofobia".

   La asesina confesa del pequeño Gabriel reconoce que "me pasaré el resto de mi vida aquí" pero pide ser tratada como una persona. "No soy más monstruo que esas personas y lo hice por un accidente". Y añade: "Soy negra, cometí un delito sin querer, lo único que pido es que se me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi situación".

   El juez que lleva el caso del asesinato de Gabriel se plantea hacer una careo entre la asesina confesa, Ana Julia Quezada, y los padres del niño, pero el abogado de la familia niega que se vaya a producir, según explican fuentes del programa de Ana Rosa.

LA CARTA

"¿Que cómo estoy? Pues te puedes imaginar, nada bien. Ante todo pedir perdón a toda la familia de Gabriel y a todas las personas que he hecho daño. No puedo hablar mucho por el secreto de sumario.

Lo primero, estoy impactada por todas las mentiras que se han dicho de mí. ¿Mi versión de los hechos? Fue un accidente y siempre lo diré porque es la verdad. Me asusté mucho, el miedo te bloquea y actué así. No fui lo suficientemente fuerte como para decirle a mi pareja, a nadie, lo que había pasado y, poco a poco, me fui metiendo en una bola cada vez más grande.

Sé que no tengo excusa por el accidente. Quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo. Ángel, Patricia, a todos perdón. Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que ella algún día me pueda perdonar. También creo que cometas el delito que cometas nos tienen que tratar como personas. Sé que pasaré el resto de mi vida aquí, pero esto es en lo que menos pienso. Tengo mucho que contar, en cuanto pueda, lo explicaré.

Hola Ana Rosa otra vez. Impresionante las imágenes que he visto hoy. Subo del patio y como siempre pongo las noticias y en 'Telecinco' sale que el juez tiene nuevas noticias sobre la muerte de Gabriel, vale. Lo que dicen coincide con mi declaración, pero lo que no veo normal son otras imágenes donde sacan una muñeca de plástico negra, la ponen en una plaza y la queman como si me quemaran a mí.

Lo mío con Gabriel lo dije y siempre lo diré, fue un accidente. No soy más monstruo que esas personas y lo hice por un accidente. Ellos lo harían queriendo, son más monstruos que yo. Al escribir esta carta me tiemblan las manos. Así que disculpas cuando hay gente de color blanco que cometen esos crímenes nunca he visto tantas barbaridades. Eso se llama racismo y xenofobia.

Soy negra, cometí un delito sin querer, lo único que pido es que se me juzgue y se me trate como se me tiene que tratar en mi situación. Dicen que el fiscal va a investigar si se trata de racismo. ¡Por Dios! Si ya cuando me detuvieron en el coche que me metieron las dos chicas que se montaron conmigo, esas mismas me querían matar con las esposas por detrás y diciéndome una 'ahora mismo te mataba, zorra. Te dejaba en una plaza para que te mataran, hija de puta. A ver si con un poco de suerte te matan en la cárcel'.

En el calabozo fue un infierno. No sé si sabéis que la familia de Ángel es Guardia Civil, con esto os puedo decir cómo me trataron. Estoy con antidepresivos y pastillas para comer y dormir. ¿Que no hay racismo en España? Ahora lo pongo en duda, menos mal que aquí en la prisión me siento bien y me tratan como es debido porque son profesionales.

Un saludo,

Ana Julia Quezada Cruz"

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