BUENOS AIRES, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las Abuelas de Plaza de Mayo han encontrado al nieto número 105 robado durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), según ha informado este lunes la organización. Se trata de Laura Reinhold Siver, hija de un matrimonio "secuestrado" y recluido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un centro de torturas clandestino.
Laura Reinhold Siver es hija de Susana Leonor Siver y Marcelo Carlos Reinhold, ambos militantes de la Juventud Universitaria Peronista y detenidos por policías del régimen en agosto de 1977, cuando su madre tenía apenas unos cuatro meses de gestación.
Ambos esposos fueron internados en la ESMA, donde fueron sometidos a cruentas torturas, según denuncian algunos testigos. Susana Siver fue trasladada a un sector del centro clandestino destinado exclusivamente a las mujeres embarazadas, sin embargo, en febrero de 1978 tuvo que dar a luz en el Hospital Naval porque en la ESMA no le pudieron practicar la cesárea.
La recién nacida "robada", de ahora 33 años, "siempre tuvo dudas sobre su identidad", aseguran las Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado. Por ese motivo, en junio de este año decidió realizarse "voluntariamente" las pruebas de ADN ante el Banco Nacional de Datos Genéticos para que sus muestras fuesen comparadas con los datos genéticos de todos los desaparecidos en la dictadura.
El pasado 2 de agosto los responsables de los análisis informaron a Laura de que efectivamente era hija de un matrimonio que había sido "secuestrado" durante la dictadura militar.
"Fue Laura la que se acercó a Abuelas" de Plaza de Mayo, ha asegurado la titular de esa organización, Estela de Carlotto, al destacar que estos procesos "son posibles por la cooperación entre nuestra organización, los sobrevivientes de los centros clandestinos y el Estado".
Con el hallazgo de otro hijo de desaparecidos las Abuelas de Plaza de Mayo buscarán reivindicar la lucha que mantienen desde hace años por encontrar a los niños robados, en momentos en los que intentan poner fin a casi una década de litigios con la dueña del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, por la identidad de sus hijos adoptivos, Marcela y Felipe.
Según la organización, ambos serían hijos de personas desaparecidas durante la dictadura, pero los cotejos realizados hace apenas unas semanas con las muestras de ADN de ambos jóvenes no revelan ningún vínculo con las familias de las víctimas del régimen militar.