BUENOS AIRES, 20 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente de la Comsión Nacional de Comunicaciones de Argentina, Ceferino Namuncará, aseguró este viernes que el millón de usuarios que se verán afectados por la suspensión del servicio de Internet de Fibertel, una de las empresas del Grupo Clarín, no encontrarán dificultades para cambiar de proveedor en el plazo de 90 días que ha estipulado el Gobierno.
El funcionario garantizó a los usuarios que podrán acceder a la Red con normalidad ya que "existen más de 200 operadores en el país" y aseguró que los trámites de cambio de proveedor no supondrán ningún coste adicional para los clientes de dicha empresa, a pesar del escepticismo que muchos de ellos han mostrado desde que se anunciara la medida.
"El Gobierno va a asegurar que si hay un lugar en la Argentina donde solamente estaba Fibertel, se hará todo lo posible desde lo administrativo y lo técnico para lograr la presencia de un proveedor", dijo el funcionario.
Sin embargo, expertos del sector de las telecomunicaciones han criticado que esta medida permitirá a las compañías telefónicas, como Telecom y Telefónica Argentina --filial de la empresa española-- engordar su cartera de clientes ya que son las únicas que operan a través del sistema de ADSL.
Además, el ex secretario de Comunicaciones de Argentina Enoch Aguiar advirtió de la falta de capacidad del país para asumir tal trasvase de clientes en apenas tres meses. "Si hay que traspasar un millón de usuarios en 90 días no hay operativo tecnológico que resista, es absolutamente imposible", apuntó.
En la misma línea, Enrique Carrier, uno de los consultores del sector, señaló que las migraciones en esta industria no suelen ser fáciles, sobre todo si se tiene en cuenta que la plataforma es mucho menos flexible que la de otros países desarrollados. "No es un proceso rápido, hay que tener equipos, instaladores y atención al cliente", comentó.
LA "EMBESTIDA" DE KIRCHNER
El ministro de Planificación de Argentina, Julio De Vido, revocó este jueves la autorización a Fibertel para ofrecer sus servicios en Internet, algo que ha sido interpretado por el Grupo Clarín como una "embestida" gubernamental fruto de su talante crítico con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
De Vido explicó que la absorción de Fibertel por parte de Cablevisión, otra empresa del grupo, es lo que ha imposibilitado la renovación de su licencia a pesar de que, según aclaró el diario 'Clarín' en su edición digital, dicha operación fue aprobada por la Secretaría de Comunicaciones de Argentina en 2002.
En este contexto, 'Clarín' calificó la medida de "claramente abusiva" e indicó que "está enmarcada en el plan de trabas y hostigamiento administrativo del Gobierno" contra el conglomerado mediático, ya que diez días antes del anuncio el ente público recomendó a la compañía "abstenerse de contratar nuevos usuarios y de modificar sus servicios de Internet".
Según informó el rotativo, "la nueva carga del Gobierno contra Clarín afectará a cientos de miles de usuarios de Internet en todo el país" ya que Fibertel es líder del mercado de acceso a la red con más de un millón de clientes, residenciales y corporativos, en 45 ciudades de Argentina.