Actualizado 22/12/2010 08:25

Los hijos de la dueña del Grupo Clarín deberán ceder nuevas muestras genéticas


BUENOS AIRES, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los hijos de la propietaria del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, han vuelto a ser citados por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo, para que cedan nuevas muestras genéticas con el fin de determinar si forman parte del grupo de niños que fueron dados en adopción a simpatizantes de la dictadura argentina (1976-1983) tras ser robados a sus padres biológicos.

Así, Marcela y Felipe Noble Herrera deberán acudir el próximo jueves, 23 de diciembre, al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) --donde se almacena el ADN de las familias afectadas por estas adopciones ilegales-- para que se les extraiga "con o sin su consentimiento" muestras de sangre, saliva, piel y cabello que pertenezcan "en forma indubitada" a los jóvenes.

Las pruebas se realizarán en cumplimiento de la petición cursada por las Abuelas de la Plaza de Mayo, demandantes en esta causa, después de que los análisis genéticos realizados hace un año, pero dados a conocer hace un par de semanas, arrojaran resultados confusos, según informó la agencia Télam.

Por orden de Arroyo, la encargada de conseguir estas muestras será la directora del BNDG, María Belén Rodríguez Cardozo, que también se ocupará de "su selección, obtención, preservación y custodia". No obstante, antes de proceder a su extracción obligatoria, se solicitará a los jóvenes que las cedan "de forma libre, voluntaria e informada".

Tanto Ernestina Herrera de Noble como Marcela y Felipe se han opuesto a que las muestras sean cotejadas con la base de datos de los familiares de las víctimas del régimen militar y han presentado varios recursos que han sido rechazados. Una jueza presentó además una resolución en la que concluyó que hay fuertes indicios de que las muestras anteriores fueron contaminadas intencionadamente.

ORÍGENES DEL CASO

Marcela y Felipe fueron adoptados en 1976, pero desde hace unos años las Abuelas de la Plaza de Mayo --organización que reúne a las madres de las víctimas de la dictadura-- han asegurado que la familia Noble Herrera realizó el trámite de manera ilegal por tratarse de dos niños que fueron apartados de sus padres durante la represión militar.

Según las denuncias, Felipe sería hijo de María del Carmen Gualdero de García, secuestrada en junio de 1976 cuando se encontraba en el noveno mes de gestación. Al parecer, nació en uno de los campos de prisioneros donde tenían recluidos a los disidentes.

Por su parte, Marcela en realidad se llamaría Matilde y sus padres serían Bárbara Miranda de Lanuscou y Roberto Lanuscou, que fueron asesinados junto a sus dos hermanos después de que un grupo de soldados asaltaran su casa en septiembre de 1976.

Los familiares dicen que la única superviviente de este ataque fue Matilde, que apenas tenía seis meses de vida. Las investigaciones apuntan a que la niña fue sacada de la vivienda por los militares y llevada a un lugar no precisado donde posteriormente fue adoptada.