Actualizado 07/05/2017 18:16

Argentina crea una 'lista negra' de delincuentes sexuales

NI UNA MENOS
REUTERS

   BUENOS AIRES, 6 May. (Notimérica) -

   Los diversos casos de acoso sexual y violaciones que sufre Argentina, un fenómeno tristemente habitual, han llevado al país a crear una suerte de 'lista negra' de delincuentes sexuales.

   El Gobierno de la nación ha anunciado que durante la primera quincena de mayo publicará en el Boletín Oficial del país las reglas que regirán el primer banco de ADN donde almacenarán toda la información genética de aquellos hombres y mujeres que hayan sido condenados por delitos sexuales.

   El objetivo de esta medida es que tanto jueces como fiscales cuenten con una lista en la que estén recogidos los datos de estos exconvictos, con el fin de utilizarlos en sus investigaciones.

   Argentina no es el primer país en desarrollar este sistema de registro. Naciones como Estados Unidos, Canadá, Francia o Gran Bretaña lo habían puesto antes en práctica.

   Este banco de información será denominado de forma oficial 'Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual' y se encuentra pendiente desde julio de 2013, cuando el Congreso argentino aprobó la ley 26.879, un imperativo para que el Gobierno creara este registro.

   Esta ley, que permaneció casi cuatro años guardada en un cajón, ha sido rescatada por el Gobierno de Mauricio Macri tras la violación y posterior asesinato de la joven argentina de 21 años Micaela García.

MICAELA GARCÍA

   Los 290 feminicidios registrados en 2016 en el país --según datos del movimiento social 'Ni una menos'-- no fueron suficientes para la ejecución del registro de delincuentes sexuales, aunque contase con marco normativo desde 2013.

   El detonante del diseño final del Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual se dio el pasado 2 de abril, cuando los padres de Micaela García informaron de su desaparición.

   Esta argentina de 21 años, además de ser estudiante de la Licenciatura de Educación Física en Buenos Aires, se encontraba implicada en organizaciones feministas que luchaban contra la violencia de género y por la igualdad de derechos.

   Una semana después de su desaparición, la joven fue hallada sin vida en la comunidad de Gualeguay, al norte de Buenos Aires, desnuda y con evidentes signos de maltrato sexual.

   La violación y asesinato de Micaela fue la gota que colmó el vaso. Cientos de personas llenaron las calles de ciudades como Buenos Aires, Santa Fe o Rosario, solicitando justicia para la joven y medidas legales reales para luchar contra la lacra de los feminicidios.

   Las investigaciones policiales, potenciadas por la presión social ejercida desde las calles, concluyeron que el presunto asesino de Micaela era Sebastián José Luis Wagner, un exconvicto que había sido condenado a nueve años de prisión en 2012 por la violación de dos mujeres, de los cuales solo cumplió cuatro, después de que un juez ordenase su libertad en 2016.

   Los motivos de este juez para liberar a Wagner aún no están claros, pero fueron uno de los focos principales de la atención de los indignados por este caso, hasta el punto que Macri se pronunció sobre ellos, asegurando que "este tipo de jueves no los podemos tener", según ha informado el medio 'Vice News'.

   El registro de delincuentes sexuales, por el que manifestantes, organizaciones y medios clamaron tras los abusos y el asesinato de Micaela, será pronto una realidad en Argentina, un país marcado por la violencia de género.

LOS DATOS DEL MACHISMO

   Latinoamérica es tristemente famosa en el mundo por sus niveles insostenibles de feminicidios. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Mujer (ONU Mujer), 14 de los 25 países con un mayor número de feminicidios en el mundo se encuentran en la región.

   En contra de lo que parece evidente, el machismo de las diferentes sociedades iberoamericanas no solo se observa en los datos de asesinatos, agresiones físicas evidentes o violencia sexual. Existen otro tipo de representaciones, más veladas, que impiden que las mujeres encuentren un encaje completo en su comunidad por sentirse vejadas o degradadas o que incluso sientan miedo.

   En el caso concreto de Argentina, según datos del colectivo feminista 'Ni una menos', el 79 por ciento de las argentinas han sido tocadas en el transporte público sin su consentimiento y el 69 por ciento ha sentido miedo de ser violada al menos una vez.

   Además, el 99 por ciento de las mujeres del país sufrió episodios de violencia por parte de una pareja sentimental y el 95 por ciento se encontró el alguna situación en la que debería haber denunciado.

   El Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual vendría a prevenir algunos de estos comportamientos y, aunque es una medida necesaria, continúa siendo insuficiente para luchar contra la violencia contra las mujeres, un fenómeno tristemente enquistado en la sociedad argentina.