BUENOS AIRES, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El conductor del tren que se accidentó en la estación Once el sábado en el centro de Buenos Aires y causó 99 heridos, Julio Benítez, ha llegado este lunes al mediodía a los tribunales del barrio bonaerense de Retiro, tras recibir el alta médica, y presentará declaración ante el juez a las 18.00 horas (hora local).

   Benítez ha llegado custodiado por otros dos vehículos y por motocicletas y ha ingresado con la cabeza tapada al interior del edificio, donde será llevado para declarar como imputado ante el juez federal Ariel Lijo, quien ha solicitado la detención e incomunicación del maquinista.

   Fuentes judiciales han informado de que Benítez podría ser imputado por 'estrago doloso' --delito intencional-- aunque esto se definirá una vez que el magistrado tenga en su poder las imágenes de la cámara ubicada en la cabina del tren, que espera recibir antes de que declare el maquinista.

   Por otro lado la mujer del maquinista, quien esperaba en el pasillo de los juzgados ha señalado que a su marido "le armaron esta causa" y que siempre ha tenido problemas "por decir lo que piensa", según ha recogido la agencia de noticias Télam.

   Además, ya se encuentra en los tribunales la abogada de Benítez, Valeria Corbacho, quien también defendió al maquinista procesado por la tragedia del tren de Once en febrero de 2012, que causó 51 muertos en un choque en el mismo andén donde colisionó el tren el sábado.

EL ACCIDENTE

   La mayoría de las víctimas del accidente sufren "heridas leves, traumatismos y crisis nerviosas", al tiempo que varias personas permanecen en observación a la espera de que se les diagnostique las lesiones que sufren.

   La empresa de transportes ha señalado que el accidente del tren se produjo a las 7.25 horas, cuando completaba el trayecto Moreno-Once, y ha informado de que no se habían reportado fallos antes del accidente.

   Se trata del cuarto gran accidente de trenes que se da en Argentina en menos de dos años. El sistema ferroviario argentino, en crisis por décadas de baja inversión, transporta diariamente millones de personas, especialmente entre Buenos Aires y su periferia.

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