Publicado 14/04/2016 21:24

Arrestos, grabaciones y operativos, el hotel de Brasilia digno de novela policíaca

Royal tulip
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   BRASILIA, 14 Abr. (Notimérica) -

   El Royal Tulip de Brasilia es un hotel que, a simple vista, ya llama la atención con su forma de 'U' y el colorido de la fachada. Pero su apariencia exterior no es lo único que lo hace distinto: lo más curioso se encuentra en su interior.

   Y no por sus muebles de diseño, sus llamativas butacas o la claraboya con forma de dirigible que encontramos dentro de sus paredes, si no por sus huéspedes.

   Tanto el Royal como el Golden Tulip de Brasilia, un hotel del mismo grupo empresarial dentro del mismo predio, son frecuentados por la élite de la política brasileña que, en ocasiones, han convertido sus vestíbulos en escenarios de película.

   Arrestos de figuras poderosas, operativos policiales por escándalos de corrupción o grabaciones ocultas de consecuencias devastadoras han tenido lugar en el interior de estos lujosos hoteles.

   Por ejemplo, el expresidente Lula da Silva, a la espera de que la justicia defina si puede asumir como ministro jefe de gabinete del gobierno, convirtió este hotel en su búnker particular.

   Según informa 'BBC', el que fuera mandatario de Brasil dirige sus operaciones para tratar de salvar a su compañera y presidenta, Dilma Rousseff, del posible juicio político.

   Fue en este complejo hotelero donde la policía arrestó al senador Delcídio do Amaral una mañana de noviembre, cuando aún era el principal líder del gobierno en la Cámara Alta.

   Los investigadores del dantesco escándalo de sobornos en Petrobras fueron a buscarlo a su habitación tras conocer un diálogo que Amaral tuvo con el hijo de un exdirector de la petrolera estatal, Nestor Cerveró, sentenciado por corrupción.

   El representante de la Casa Blanca, Barack Obama, o la canciller alemana Angela Mérkel son otras figuras destacadas que se han alojado en alguna de sus habitaciones.

   Su ubicación en una zona tranquila y apartada de la ciudad, a orillas del lago Paranoá y a pocos metros de distancia del palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente de Brasil, hacen de este hotel un buen refugio para los distintos líderes mundiales.

   De categoría cinco estrellas, el hotel con forma de "U" posee dos suites presidenciales de 360 metros cuadrados y ascensor privado, 395 habitaciones, sauna, spa, piscinas, gimnasio, restaurante, bares y hasta un teatro.

   En una de esas suites-design se filmó para la miniserie de ficción "¿Felices para siempre?" una escena que el año pasado sacudió las redes sociales en Brasil: un empresario envuelto en corrupción recibe allí a una prostituta de lujo, interpretada por la actriz Paolla Oliveira, casi desnuda.