Publicado 09/04/2024 13:20

Aumentan un 55,1% las agresiones sexuales a menores detectadas por Fundación ANAR en los últimos cinco años

Fundación ANAR presenta su II estudio 'Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)'.
Fundación ANAR presenta su II estudio 'Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)'. - EUROPA PRESS

   Se incrementan las agresiones sexuales grupales, que pasan del 2,1% en 2008 al 10,9% en 2023

   MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Las agresiones sexuales a menores detectadas por el teléfono o chat de la Fundación ANAR han aumentado un 55,1% en los últimos cinco años, según su II estudio 'Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)'.

   "Las agresiones sexuales, sobre todo en menores de edad, son un fenómeno escondido y oculto por nuestra sociedad, en el que prevalece por parte de las víctimas muchas veces el miedo y la vergüenza", ha afirmado este martes en rueda de prensa el director técnico de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros.

   Según ha revelado la directora del teléfono y el chat ANAR, Diana Díaz, la fundación ha ayudado a 4.522 menores de edad víctimas de violencia sexual (3.560 niñas y mujeres adolescentes, 959 varones y tres menores no binarios) desde enero de 2019 a junio de 2023. En este sentido, ha añadido que la tasa de crecimiento desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%.

   "La tecnología está implicada directamente en este incremento, además de otras muchas causas que evidentemente están ahí", ha asegurado Díaz, que ha agregado que la tecnología aparece en un 43,9% de los casos.

   En cuanto a los tipos de agresión sexual, ha precisado que la presencial --que ha dicho que hace referencia a cuando la libertad sexual de la niña o de una adolescente ha sido "claramente atacada, claramente vulnerada"-- ha supuesto el 91,5% de los casos.

   A continuación aparece el 'grooming' --cuando un adulto se infiltra en las redes con el objetivo de conseguir una gratificación sexual-- que ha supuesto el 3,1%; seguido del sexting no consentido, con el 2,2% de los casos; la pornografía, con el 1,3%; y, por último, la explotación sexual o prostitución, con un 1,9%.

   Respecto al perfil de las víctimas, Díaz ha señalado que es "marcadamente femenino", siendo un 78,7% el porcentaje de niñas y mujeres que sufren este tipo de violencia. La edad media es de jóvenes de 12,5 años de media, frente a los 11,6 años de media del anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019. Asimismo, ha añadido que, en el caso de los niños varones, la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años.

   Igualmente, ha destacado que, en el 40,7% de los casos, las víctimas viven con ambos progenitores y un 36,1% en familias monoparentales. Mientras, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes. Además, un 2,5 de las víctimas tiene alguna discapacidad y siete de cada diez presentan un rendimiento escolar bajo.

EL AGRESOR ES HOMBRE, MAYOR DE EDAD Y DEL ENTORNO DE LA VÍCTIMA

   Por otro lado, Díaz ha indicado que el 94,3% de los agresores son hombres, la mayoría mayores de edad, y ocho de cada diez (79,5%) son personas conocidas por la víctima y el 50,3% son miembros de su propia familia.

   Igualmente, el estudio revela que las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.

   Respecto a la denuncia, tres de cada diez víctimas de agresiones sexuales no denuncian ni tienen intención de hacerlo (28,3%), mientras que en un 41,1% de las consultas recibidas por ANAR sí que existe la intención de denunciar. En todo caso, el estudio refleja que la persona que suele tener la voluntad o la iniciativa de denunciar es principalmente la madre (48,9%). También revela que un 30,5% de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual está en proceso de denunciar o su caso ha sido judicializado.

   ANAR ha indicado que las principales consecuencias de las víctimas de violencia sexual son los cambios bruscos de conducta (23,5%) y los problemas psicológicos (20,8%), como la ansiedad, el miedo, la culpa, la depresión, problemas de sueño o los trastornos de alimentación.

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