Actualizado 05/09/2009 19:07

Aumentan quejas por condiciones sector nuclear Francia

Por Muriel Boselli

PIERRELATTE, Francia (Reuters/EP) - El deterioro de condiciones laborales, los inadecuados aumentos salariales, la intensa presión y las preocupaciones por la seguridad se suman a la lista de quejas de familiares de empleados en el sector nuclear francés.

Cuando aparecen estas denuncias en la industria más sensible de Francia, las alarmas empiezan a sonar de inmediato.

Cyril Bouche y sus colegas en la planta nuclear de Tricastin de la región de Drome dicen que las instalaciones estatales EDF, que administran 58 de los reactores nucleares de Francia y que han estado expandiéndose hacia Estados Unidos y Gran Bretaña, no sólo está reduciendo costos, sino también gastos.

El hombre de 39 años, quien trabaja para una de las muchas firmas que EDF subcontrata, dice que las condiciones laborales de la planta -afectadas por una serie de incidentes que sacudieron la confianza pública en el 2008- se han deteriorado en los últimos 5 a 10 años.

"Hoy Francia está vendiendo reactores al extranjero pero primero debería poner su propia casa en orden", dijo Bouche, el único de los 10 trabajadores entrevistados por Reuters que se mostró dispuesto a ser identificado.

El Gobierno francés ha propuesto que el Estado sea el propietario de su sector nuclear como una garantía de su seguridad, pero el antiguo monopolio EDF subcontrata un 80 por ciento del mantenimiento de sus reactores nucleares a firmas como Vinci, Areva, GDF Suez o Bouygues.

El EDF niega que la subcontratación escatima en gastos y en seguridad, indicando que tiene planes de incrementar a más del doble sus inversiones de hasta 8.000 millones de euros en el 2009, desde los niveles del 2005, a fin de construir y modernizar las plantas de energía nuclear a combustible e hidráulicas.

"Nosotros subcontratamos porque realizamos actividades muy especializadas. Cuando cambiamos el combustible del reactor, esta es una tarea muy sofisticada", dice Philippe Gaestel, director de estrategia industria en EDF.

"Preferimos tercerizar en lugar de hacerlo nosotros mismos. Esto significa que contamos con especialistas y capacidades que no podríamos tener internamente", agregó.

Pero expertos independientes como Yves Marignac, director ejecutivo de la agencia de información Wise-Paris, dice que los márgenes de seguridad en las plantas nucleares francesas están disminuyendo a medida que éstas envejecen, aumenta la presión económica y el personal calificado jubila.

"Incluso aunque sea muy poco probable, la probabilidad de un incidente nuclear serio está en aumento por el modo en que éstas cosas están evolucionando, y esto en sí mismo es muy preocupante", sostuvo a Reuters por teléfono.

Los registros franceses en materia de seguridad nuclear empeoraron en el 2008.

El año pasado hubo un aumento de casi un tercio en los incidentes nucleares informados por el organismo francés de control de seguridad nuclear, a nivel uno de la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES, por su sigla en inglés). La escala va del 0 al 7.

La junta francesa de seguridad nuclear, ASN, declaró que se habían registrado 72 incidentes de nivel uno en el 2008, de los 56 ocurridos en el 2007.

REGION DE LA INDUSTRIA NUCLEAR

El nuclear es el principal sector industrial de la región de Drome, famosa por su delicioso turrón fabricado en la ciudad de Montelimar.

"En total el sector nuclear debe constituir entre 75 y 80 por ciento del empleo de la región", dijo Guy Durand, vicealcalde de Pierrelatte, una de las tres ciudades que comparten la planta nuclear de Tricastin.

"Es enorme (...) hoy hay alrededor de unos 5.000 empleos permanentes en la planta industrial", agregó.

Para Bouche y otros, los buenos salarios eran el atractivo de una industria que requiere largas jornadas laborales en espacios oscuros y cerrados, con el riesgo constante de la exposición a la radiación.

Un ex mecánico de autos con salario mínimo, Bouche sostuvo que duplicó su sueldo cuando ingresó en el sector nuclear hace 18 años, pero que sus ingresos no habían aumentado con la inflación.

Francia genera un 80 por ciento de su electricidad en base a la energía nuclear y está interesada en exportar sus conocimientos, que datan de hace tres décadas, ya que otros países recurren a la energía nuclear para reducir las emisiones de carbono y promover su independencia energética.

El país optó por la energía nuclear después de que la crisis petrolera de 1973 llevara al crudo a precios récord. Sin emmbargo, la elección fue política: los costos de los combustibles nucleares no otorgan tanta ventaja.

Gracias a la intervención estatal sobre los precios, los consumidores franceses pagan una de las tarifas más baratas de electricidad en Europa. El público francés siguió respaldando la expansión de la industria después de la explosión del reactor nuclear de Chernobyl en Ucrania en 1986, cuando otros países dieron la espalda a la tecnología.

Pero a medida que aumenta la atención de los medios sobre la energía atómica y Francia planea extender la vida útil de sus reactores y construir unos nuevos, la aceptación pública disminuye.

Un estudio de 20 países de comienzos de este año, realizado por Accenture, mostró que aunque la resistencia del público a la energía nuclear había disminuido en muchos países en los últimos tres años, los consumidores franceses se habían vuelto más reacios a mantener la industria.