Actualizado 26/09/2011 23:57

Bolivia.- Bolivia niega que las intervenciones policiales hayan dejado muertos y desaparecidos


LA PAZ, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Evo Morales ha negado este lunes que la intervención policial contra una marcha indígena haya dejado muertos y heridos, tal y como denunciaron algunas organizaciones que aseguran que un bebé de tres meses falleció por los gases lacrimógenos lanzados por los agentes.

El ministro del Interior, Sacha Llorenti, ha salido a dar la cara por el Gobierno ante la ola de acusaciones y condenas contra los uniformados que el domingo disolvieron una manifestación de los indígenas del llamado Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) que protestan por la construcción de una carretera.

"No existe ningún reporte, por lo menos de parte de la Policía, de personas desaparecidas ni de que habría menores fallecidos, como lo han informado medios", ha explicado Llorenti en una conferencia de prensa.

Los enfrentamientos se produjeron cerca del municipio de Yucumo, en la provincia de Ballivián, en el departamento de Beni (norte). Los agentes lanzaron gases lacrimógenos y los indígenas respondieron lanzando flechas, provocando una batalla campal.

La red de emisoras Erbol y algunas organizaciones sociales como la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) denunciaron la muerte de un bebé de tres meses por inhalar los químicos, así como la desaparición de 37 personas.

El Gobierno ha justificado en repetidas ocasiones las acciones de la Policía alegando que los manifestantes habrían atentado contra los agentes utilizando sus arcos y sus flechas. Además, denuncia que el pasado sábado retuvieron a la fuerza al ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno, David Choquehuanca, que intentaba reanudar las negociaciones con los manifestantes.

"En caso de que se hubiera cometido algún abuso al margen de los que establece la autoridad competente, entonces, por supuesto, esos abusos, tendrán que ser individualizados, procesados de acuerdo a nuestros ordenamiento jurídico", ha aclarado Llorenti.

Morales, un indígena que llegó al poder en 2006 prometiendo defender los derechos de los más pobres, ha tenido que enfrentar en las últimas semanas las manifestaciones de los nativos que han criticado las concesiones que ha otorgado su Gobierno a empresas extranjeras en supuesto detrimento de las comunidades en las que nació y se formó.

Unos 1.500 nativos del TIPNIS comenzaron hace 43 días una marcha hacia La Paz en protesta por la construcción del segundo tramo de la carretera de Villa Tunari-San Ignacio de Moxos (Beni) que, según ellos, podría tener efectos medioambientales negativos.

Ante esta situación, Morales se vio obligado a convocar un referéndum en los departamentos de Beni y Cochabamba sobre la construcción de esta vía. Además, se comprometió con las comunidades del TIPNIS a impulsar una ley contra los asentamientos ilegales en este territorio que permita expulsar a los colonos, tal y como han exigido los indígenas.