Actualizado 28/09/2011 19:13

Bolivia.- La Central Obrera de Bolivia convoca una huelga nacional en rechazo a la represión contra los indígenas


LA PAZ, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Central Obrera Boliviana (COB) --la mayor organización sindical del país-- ha convocado para este miércoles una huelga general contra la represión policial que el pasado domingo sufrieron los indígenas que marchaban contra la construcción de una carretera, lo que podría empeorar la crisis que vive actualmente el Gobierno de Evo Morales y alejar la posibilidad de un diálogo.

La huelga estará acompañada de manifestaciones en varios departamentos de Bolivia. En las ciudades de El Alto, Potosí, La Paz y Cochabamba, cientos de personas comenzaron a concentrarse en plazas y lugares públicos para iniciar las marchas. En Trinidad y Rurrenabaque --epicentro de las protestas indígenas de los últimos días-- decenas de personas se preparan para salir a las calles en apoyo de los dirigentes indígenas, informan medios locales.

Según la COB, el paro general así como las manifestaciones son apoyados por organizaciones de maestros, trabajadores de la salud, estudiantes y movimientos indígenas.

La crisis derivada de las protestas de los nativos del llamado Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) contra la construcción de una carretera en el norte de Bolivia ha provocado la dimisión en menos de 24 horas de dos ministros y de un viceministro.

"Todos los sectores estamos consternados por esa brutal arremetida de parte de la Policía a los hermanos indígenas que se ha visto a través de los medios de comunicación", ha expresado el dirigente de los trabajadores de la salud, José Gonzáles, en declaraciones a la prensa.

Las acciones policiales recuerdan "a los mejores estilos de los gobiernos dictatoriales, a los mejores estilos de los gobiernos neoliberales, que han pisoteado los derechos constitucionales de los indígenas", ha asegurado Gonzáles.

Unos 500 policías habrían atacado a cientos de indígenas del TIPNIS cuando intentaban cruzar el Puente San Lorenzo, cerca del municipio de Yucumo, en el departamento de Beni (norte). Los nativos comenzaron hace más de 40 días una marcha hacia La Paz contra la construcción del segundo tramo de la carretera de Villa Tunari-San Ignacio de Moxos porque, según ellos, podría tener efectos medioambientales negativos.

En un comienzo, el Gobierno de Morales justificó la intervención de la Policía, pero posteriormente tuvo que reconocer que posiblemente algunos funcionarios habían abusado de su poder. Una comisión de alto nivel --conformada por representantes del Ejecutivo y el Defensor del Pueblo-- ha comenzado a investigar estos incidentes, a la espera de que la ONU ofrezca su apoyo.

De acuerdo con el Gobierno, la orden de arremeter contra las indígenas habría sido dada por el viceministro del Régimen Interior y Policía, Marcos Farfán, quien el martes presentó su renuncia, pero aclarando que en ningún momento ordenó a los agentes que agredieran a los manifestantes.

NO UTILIZARON ARMAS DE FUEGO

El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, ha asegurado este miércoles desde Yucumo que los resultados preliminares de las investigaciones revelan que los policías no utilizaron armas de fuego contra los indígenas y ha descartado que los incidentes hayan dejado muertos.

Organizaciones de nativos y medios de comunicación privados de Bolivia han informado de la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas dos bebés que habrían fallecido por inhalar los gases lacrimógenos que arrojaron los agentes.

Villena considera que el uso de la violencia no era necesario porque los indígenas no estaban "propiciando situaciones de inestabilidad política".

"Nosotros lo que vamos a hacer, como lo hicimos desde un principio en esta gestión, está en la línea de aportar con lo que nosotros sabemos hacer, el trabajo de basarnos en testimonios y aportar con indicios de prueba, para que ese informe goce de imparcialidad", ha indicado.