Actualizado 19/02/2016 21:38

Cesan al jefe de la Policía de El Alto por los disturbios en el Ayuntamiento

El Alto
REUTERS


LA PAZ, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El comandante regional de la Policía de El Alto, el coronel José Peña, ha sido destituido este viernes por los disturbios que se produjeron el miércoles frente al Ayuntamiento de la ciudad boliviana, que se saldaron con seis muertos.

El director general de la Policía Nacional, Édgar Téllez, ha confirmado que el cese de Peña se debe "a los últimos acontecimientos en El Alto", al tiempo que ha anunciado una investigación interna para determinar qué pasó.

Peña ha defendido en todo momento que "la Policía cumplió con su deber" e incluso "imploró" a los manifestantes para que no entraran en la sede del Gobierno local, aunque sin éxito, de acuerdo con el diario boliviano 'La Razón'.

En la misma rueda de prensa Téllez ha anunciado que Peña será sustituido por el también coronel Hugo Morales. El jefe policial ha subrayado al nuevo comandante de El Alto "lo complejo que significa la administración de la institución del orden".

LOS HECHOS

La protesta comenzó alrededor de las 9.00 (hora local) del miércoles cuando padres, madres, alumnos y organizaciones sociales confluyeron en la plaza del Ayuntamiento para exigir obras y mobiliario en las escuelas de la ciudad boliviana.

Un grupo de manifestantes lanzó piedras contra el edificio, de cinco pisos, y logró colarse en su interior, donde arrasaron las oficinas relacionadas con los programas educativos, destruyendo documentos y diverso material y dando lugar a un gran incendio.

Los funcionarios que estaban dentro intentaron escapar usando las cortinas para saltar a los edificios colindantes, mientras que otros se refugiaron a la espera de que las fuerzas de seguridad acudieran en su ayuda.

Seis trabajadores del Ayuntamiento que se habían encerrado en un baño de la primera planta murieron por inhalación de humo. Otras 23 personas, incluidos periodistas, resultaron heridas, algunas de gravedad.

La Policía ni siquiera vigiló la protesta y cuando finalmente llegó al lugar dispersó a la multitud con "agentes químicos" --según recoge la prensa local--, para abrir paso a los bomberos, que tardaron alrededor de una hora en sofocar las llamas.

Desde el Ayuntamiento, por su parte, denuncian que la verdadera intención de la protesta era destruir el pliego de documentos que iban a servir de base para una denuncia contra funcionarios del anterior equipo municipal.