Actualizado 06/04/2010 21:06

Bolivia.-La expedición Desafío Solidario de Cícero Comunicación alcanza la cima de la carretera de la muerte, en Bolivia


MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Dos miembros de la expedición del primer Desafío Solidario de Cícero Comunicación han conseguido alcanzar la cumbre de la carretera de la muerte, en Bolivia, a 4.700 metros de altura tras doce días de recorrido con el objetivo de recaudar fondos para la ONG española Afanic y ayudar a niños con cáncer en la cuenca amazónica boliviana.

La última etapa fue "la más dura y la peor de todas", tal y como indicaron los organizadores, debido a la dureza de los desniveles, las pésimas condiciones de la pista, el riesgo de caídas, así como por la intensa lluvia.

Los ciclistas que alcanzaron la cumbre llegaron en unas condiciones físicas "extremas" por el agotamiento y el principio de hipotermia que sufrieron mientras pedaleaban dentro y por encima de las nubes, según señalaron.

A lo largo del camino, los integrantes de la expedición han pasado por Santa Cruz de la Sierra, Samaipata, Cucara, la Ruta del Ché, La Higuera, Villa Serrano, Tarabuco, Sucre y en los días de acondicionamiento a la altura y condiciones extremas, han estado en el altiplano, el Salar de Uyuni y el volcán de Tumpa.

Hasta hace poco la carretera de la muerte, por la que ascendieron, era la única ruta transitable entre La Paz y Coroico, una de las poblaciones más importantes en las primeras estribaciones amazónicas del país. Un total de 70 kilómetros de carretera con un desnivel acumulado de 3.700 metros y precipicios que superan los 600 metros separan ambas villas.

La ONG a la que irán destinados los beneficios desempeña su labor en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en el Instituto Oncológico del Oriente Boliviano. Este centro trata anualmente alrededor de 150 niños con edades comprendidas entre los cero meses y los 15 años que sufren cáncer, siendo la leucemia el tipo más frecuente.

En estos momentos, la organización se encuentra inmersa en un proyecto para construir un albergue que aloje a los padres de los niños durante el tiempo que éstos deben estar ingresados, de forma que durante las semanas que deben someterse al tratamiento los niños puedan contar con el apoyo y cariño de sus familias.