LA PAZ, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La marcha indígena que partió hace dos meses desde el Amazonia en protesta por la construcción de una carretera en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) ha decidido posponer su ingreso a La Paz hasta que se resuelva el conflicto con los policías que se mantienen amotinados desde hace una semana.
Los movilizados en defensa del TIPNIS llegaron el lunes por la tarde (madrugada del martes en España) a la localidad de Urujara, a unos once kilómetros de la capital boliviana, pero han anunciado que permanecerán en esa ciudad hasta que el Gobierno de Evo Morales logre llegar a un acuerdo con los oficiales.
Nazaret Flores, una de las representantes de los indígenas, ha explicado en declaraciones a medios locales que lo que buscan es demostrar que "la marcha indígena no tiene objetivos desestabilizadores y golpistas", tal y como lo habrían afirmado portavoces del Gobierno de Morales, al comparar las manifestaciones de nativos con las de los policías.
Desde hace una semana, decenas de policías han protagonizado disturbios en cinco de los nueve departamentos bolivianos para exigir mejoras salariales. Los peores enfrentamientos se han registrado en la conocida Plaza de Armas, a escaso metros del palacio de gobierno, lo que ha obligado a las autoridades a redoblar la seguridad en La Paz.
El Gobierno afirma que detrás de estas protestas hay partidos políticos que tienen intenciones de derrocar a Morales, acusaciones que también van dirigidas a los indígenas del TIPNIS que protestan desde hace meses por la construcción de una carretera en una importante reserva natural del norte de Bolivia.
El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Adolfo Chávez, anunció el lunes que decidieron convocar a Morales a un diálogo para resolver el conflicto y no vincularse con la crisis policial. "Es por responsabilidad con el país y con nuestros hermanos" nativos, expresó.