Actualizado 06/08/2017 07:19

Los 4 bosques más amenazados de Iberoamérica

Los 4 bosques más amenzaados en Iberoamérica
NOTIMÉRICA

   MADRID, 6 Ago. (Notimérica) -

   Aproximadamente un tercio de la superficie de todo el mundo está cubierta por una masa forestal de la que el ser humano depende para innumerables actividades cotidianas, desde la obtención de madera hasta el acceso al agua.

El papel de los bosques es necesario para la sostenibilidad del planeta. En la actualidad aproximadamente 170 millones de hectáreas de bosque podrían desaparecer por culpa de la deforestación y el cambio climático, ocasionando daños irreversibles y devastadores en la biodiversidad y en la vida humana.

   Pero, ¿cuáles son las áreas más afectadas en Iberoamérica?

   CHOCÓ-DARIÉN EN COLOMBIA (3 millones de hectáreas)

   Los bosques de Chocó-Darién, en Colombia, son uno de los principales lugares de biodiversidad en América del Sur y hogar de nueve grupos indígenas.

   En Chocó-Darién los esfuerzos de conservación tienen obstáculos característicos como la necesidad de involucrar a las poblaciones indígenas y la presencia de la guerrilla, que también llevaba a cabo actividades de tala ilegal para su financiamiento.

   Chocó-Darién ha recibido atención del gobierno colombiano y de las organizaciones internacionales competentes, consiguiendo ser declarada zona prioritaria y accediendo a los proyectos de (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) REDD+.

   Gracias a la cooperación entre instituciones, los proyectos se llevan a cabo de una forma inclusiva, prestando atención a las necesidades y preocupaciones de la población local.

   Hasta la fecha, ha logrado reducir 100.000 toneladas de CO2 y ha sido galardonado por su sostenibilidad, convirtiéndose en un ejemplo para otras áreas en peligro.

   GRAN CHACO EN ARGENTINA, BOLIVIA, BRASIL Y PARAGUAY (10 millones de hectáreas)

   El Gran Chaco es un complejo ecológico de llanuras y bosques secos que lo convierten en una joya para la biodiversidad. Alberga alrededor de 3.400 especies de plantas, 500 especies de pájaros, 150 especies de mamíferos y 220 especies de reptiles y anfibios.

   Un 15 por ciento del Gran Chaco ha sido arrasado para ampliar la superficie de cultivo, especialmente de soya. La mayor parte de esta deforestación ha tenido lugar en Argentina, pero importantes zonas forestales se ven sometidas a presión agrícola en Bolivia y Paraguay.

   Por ejemplo, en Paraguay se aprobó en 2004 una iniciativa de conservación que forzaba a las actividades agrícolas a desarrollarse en terrenos antes dedicados a la ganadería, intentando evitar la deforestación.

   Esto provocó que fueran los ganaderos, en lugar de los agricultores, quienes comenzarán a extender sus terrenos a costa del Gran Chaco, dando lugar a resultados igualmente destructivos para la biodiversidad.

   En Bolivia gran parte del Gran Chaco ha sido protegido gracias al Parque Nacional de Kaa-Iya y a su declaración como territorio indígena. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ya ha alertado de que es necesario que se trasciendan las fronteras nacionales y se coordinen las políticas para preservar el valor ecológico del Gran Chaco.

   CERRADO, BRASIL (15 millones de hectáreas)

   El auge de los cultivos de soya también está afectando al ecosistema de Cerrado. Este complejo ecológico que se extiende de norte a sur en Brasil ha recibido menos atención que sus vecinos a pesar que cuenta con el 5 por ciento de toda la biodiversidad mundial.

   Cerrado es vital para el abastecimiento de agua en Brasil, puesto que la mitad de las grandes cuencas hídricas tienen su origen entre sus copas. Esto no es únicamente relevante en cuanto a consumo directo de agua, ya que también nueve de cada diez brasileños aprovechan la electricidad generada por centrales hídricas que utilizan suministro de Cerrado.

   Cerrado se encuentra en una situación crítica porque el 50 por ciento de su territorio está en situación de deforestación. Según investigadores del Woods Hole Research Centre esto tiene un impacto directo en las precipitaciones del Amazonas, aumentando aún más el carácter destructivo de la deforestación en ambas zonas.

   Por ahora las iniciativas de conservación en Cerrado han sido escasas, pero el Gobierno de Brasil ha cedido ante la presión de los activistas y ha integrado a Cerrado en sus áreas de prioridad para la conservación.

   AMAZONAS EN ECUADOR, BRASIL, COLOMBIA Y PERÚ (23-48 millones de hectáreas)

   Alrededor de unos 60 millones de hectáreas se han perdido dentro de los límites de Brasil, el país con mayor territorio de bosque amazónico.

   En los últimos diez años los esfuerzos por parte de activistas, poblaciones locales y gobiernos han conseguido que se ralentice el ritmo de la deforestación, aunque está lejos de detenerse, ya que Brasil continúa siendo el primer país del mundo en cuanto a pérdidas netas de masa forestal.

   En 2015, la presidenta Dilma Rousseff anunció un ambicioso plan de reforestación del Amazonas en el que se comprometía a replantar 12 millones de hectáreas para reducir el impacto de las emisiones de CO2 del país.

   Dado que la principal causante de la degradación del Amazonas es la agricultura, a finales de 2015 el gobierno de Brasil decidió incluir una iniciativa para registrar todas las tierras amazónicas en manos privadas.

   Con esta medida, la administración podrá monitorizar si los propietarios respetan las normas de conservación. Su éxito estará ligado a la capacidad del gobierno para hacer efectivo el cumplimiento de la legalidad en estas áreas de difícil acceso y de compleja supervisión.