Foto: AGENCIA BRASIL
BRASILIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El cámara de TV Bandeirantes Santiago Idílio Andrade está en coma inducido y su estado es grave, después de la neurocirugía a la que se tuvo que someter el pasado viernes tras ser alcanzado por un artefacto explosivo en el marco de las manifestaciones en Río de Janeiro, según ha informado la Secretaría Municipal de Salud estatal.
Andrade fue alcanzado por un artefacto explosivo cuando estaba cubriendo las protestas en el centro de Río de Janeiro contra la subida del precio del transporte público, de acuerdo con Agencia Brasil.
De momento, se desconoce quién lanzó el artefacto explosivo. En un principio, se apuntó a la Policía, que cargó con dureza contra los manifestantes, pero ayer los investigadores expresaron su "convencimiento" de que fueron éstos.
En un giro inesperado de las pesquisas, este sábado el estudiante universitario Fabio Raposo, de 22 años de edad, se ha presentado ante la 16ª Delegación de Policía de Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, para dar su versión de los hechos.
Raposo ha comparecido voluntariamente porque había sido grabado por los otros cámaras que estaban cubriendo la noticia y aparecía en las imágenes justo antes de que Andrade fuera agredido.
El joven ha explicado que se encontró el artefacto explosivo en el suelo, sin encender, y que se lo dio a una tercera persona, que no ha identificado, quien, según su versión, lo habría encendido y lanzado, alcanzado a Andrade.
Sin embargo, el inspector jefe Mauricio Luciano ha considerado que el relato de Raposo es "inverosímil". "Ha preparado una versión con su abogado para eludir responsabilidades", ha dicho, revelando que "estaba nervioso".
Además, ha revelado que Raposo tiene antecedentes policiales por daños al patrimonio público, asociación criminal y amenazas. "Es obstinado en cuanto a su participación en las manifestaciones", ha estimado.
Luciano ha indicado que ahora la prioridad de la Policía es, "después de oír a todas las personas que tienen que ser oídas, identificar al sujeto que, efectivamente, encendió y lanzó el artefacto explosivo".
LA PROTESTA
A última hora del jueves, unas 2.000 personas se manifestaron en Río de Janeiro contra una nueva subida de las tarifas del autobús municipal --desde 2,75 reales a tres--, que supondrá un nueve por ciento adicional a partir de mañana.
La concentración derivó en enfrentamientos. La Policía lanzó gases lacrimógenos con la intención de dispersar a los manifestantes y éstos respondieron arrojando piedras y artefactos explosivos, tal y como ha recogido el diario brasileño 'O Globo'.
Brasil lleva meses sufriendo masivas movilizaciones populares. El pasado mes de junio, miles de ciudadanos reclamaron a la presidenta, Dilma Rousseff, que no destinara tantos fondos al Mundial de Fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016 e invirtiera más en educación, sanidad y transportes públicos.