RÍO DE JANEIRO, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Cruz Roja ha acusado este lunes a las autoridades de Teresópolis de impedir ayudar y socorrer a los miles de afectados en esa ciudad, una de las más afectadas por las fuertes precipitaciones que en los últimos días han castigado al estado de Río de Janeiro.
Varios guardias municipales llegaron este lunes a la sede de la Cruz Roja en esa localidad "y sacaron a todos los que estaban dentro y cerraron las puertas", ha denunciado la médico Martius de Oliveira en declaraciones recogidas por el diario 'O Globo'. "Es una situación muy embarazosa", ha lamentado.
La Cruz Roja cuenta con más de un centenar de profesionales trabajando en esa zona, donde han muerto 269 personas en los últimos seis días. Todos ellos no han podido continuar con labores de rescate y atención de los miles de damnificados por impedimento de las autoridades locales.
Un equipo de guardias municipales se ha presentado esta mañana en el barrio del Buen Retiro para impedir la salida de los equipos de socorro. "Llegaron sin ninguna documentación para prohibirnos que trabajemos", ha afirmado Eliane Moraes Leite, una asistente social de la ONG.
Empresarios privados habían cedido a la Cruz Roja tres galpones para organizar a los profesionales y recibir los donativos, pero las actividades han sido suspendidas. "Más de un centenar de profesionales, entre médicos, enfermeros y voluntarios estaban aquí dando su apoyo", ha expresado Moraes.
La Alcaldía, no obstante, ha asegurado que están trabajando al lado de la organización humanitaria. "Este es el objetivo: trabajar en conjunto en pro de la población y de las personas afectadas por el fuerte temporal" en Río de Janeiro, señala una nota oficial divulgada por 'O Globo'.
El número de muertos por las intensas lluvias en el estado de Río de Janeiro ha ascendido este lunes a 652, siendo Nova Friburgo, Teresópolis y Petrópolis los municipios más castigados con más de 6.000 personas damnificados por las inundaciones y los corrimientos de tierra.
Toneladas de ayuda humanitaria no han podido llegar a estas ciudades, que fueron declaradas en estado de calamidad, debido a la falta de coordinación de los organismos locales y a las pésimas condiciones de las vías de acceso que han dejado incomunicada a la región montañosa de Río de Janeiro.