Actualizado 10/07/2012 08:46

Brasil.- Los militares abandonan definitivamente el Complexo do Alemao, una favela del norte de Río de Janeiro


BRASILIA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los últimos soldados que quedaban en el Complexo do Alemao, una favela ubicada en el norte de Río de Janeiro, se han retirado este lunes y han cedido el control a la Policía, que vigilará de forma permanente la barriada carioca.

El 28 de noviembre de 2010, miles de militares con vehículos blindados irrumpieron en las favelas de Complexo do Alemao y Vila Cruzeiro, ubicadas en el barrio de Penha, porque se habían convertido en el centro de operaciones del Comando Vermelho, un grupo de narcotraficantes.

Los militares comenzaron a retirarse el pasado mes de marzo, cuando el gobierno regional abrió las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP), puestos de control destinados a velar permanentemente por la seguridad de los vecinos.

Los últimos militares que quedaban en el Complexo de Alemao se han retirado este lunes, en la ceremonia de inauguración de dos UPP. En total, unos 2.000 policías de encargarán de proteger a las 40.000 personas que viven en la favela.

El ministro de Defensa, Celso Amorim, y el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, han participado en la ceremonia como representantes de las administraciones nacional y regional, respectivamente, según informa el portal de noticias Infobae.

POLÉMICA POR LAS UPP

Las UPP han generado una gran polémica en Brasil, ya que forman parte de una política que el Gobierno de Río de Janeiro impulsó en 2008 para expulsar a los narcotraficantes y a los grupos armados de la ciudad antes de que acoja el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Hasta ahora, las UPP han conseguido pacificar 50 de las alrededor de 1.000 favelas que hay en Brasil, por lo que, dada la magnitud del problema, las autoridades del país sudamericano consideran que los resultados son exitosos.

No obstante, los vecinos han denunciado que las UPP no persiguen a los criminales, sino que conviven con ellos. "No nos obsesionamos con perseguirles, simplemente ganamos territorio y le llevamos una vida mejor a la gente", dijo el jefe de las UPP de Río de Janeiro, Rogério Seabra Martins, al diario colombiano 'El Tiempo'.