Actualizado 17/12/2013 22:03

La pareja del periodista del caso Snowden defiende ante un tribunal la ilegalidad de su detención

David Miranda, pareja del periodista estadounidense Glenn Greenwald
REUTERS

LONDRES, 6 Nov. (Reuters/EP) -

El brasileño David Miranda, pareja del periodista Glenn Greenwald que publicó los reportes filtrados por el ex contratista de seguridad estadounidense Edward Snowden, y que generaron un escándalo a nivel mundial, se presentó este miércoles en una corte para desafiar la legalidad de una detención llevada a cabo en su contra en agosto por parte de la policía británica.

Miranda fue detenido bajo las leyes antiterroristas británicas e interrogado durante nueve horas cuando llegó al aeropuerto londinense de Heathrow en su camino desde Berlín a Río de Janeiro.

Tras volver a Río, Miranda presentó una demanda pidiendo la devolución del material incautado por las autoridades británicas y una reconsideración del caso en la Corte Suprema para que se explique la base de su detención.

Miranda no fue acusado de cometer ofensa alguna, pero las autoridades británicas dijeron en agosto que habían abierto una investigación criminal tras un análisis inicial de los materiales incautados.

Las autoridades británicas han dicho en la corte que el material incautado incluía 58.000 documentos de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) y su contraparte británica.

Greenwald reconoció que Miranda llevaba material provisto por Snowden cuando fue detenido.

Las revelaciones de Snowden sobre el programa de vigilancia electrónico de Estados Unidos y sus aliados, a veces realizado entre ellos mismos, han avergonzado a estos países y según varios gobiernos han proporcionado información muy valiosa a sus enemigos.

Miranda y Greenwald dijeron en comunicados presentados ante la Corte Suprema que las autoridades pusieron al periodismo en el mismo nivel que al terrorismo y que la incautación del material periodístico se efectuó de forma inapropiada.

"La publicación responsable de material sensible no es un acto de terrorismo. Y quienes están involucrados en este trabajo -los periodistas y quienes los asisten- no están implicados en actividades terroristas", dijo Greenwald en su comunicado.

"Es irracional sugerir que el material sensible en manos de periodistas responsables y su personal debe ser equiparado con material sensible en manos de terroristas", agregó.