HACIENDA JARINA (Brasil), 3 Oct. (EP/AP) -
Las autoridades brasileñas han recuperado a día de hoy los restos de un centenar de personas que viajaban en el avión siniestrado el pasado viernes en la selva amazónica de Brasil, donde pequeños pedazos de la nave se divisan sobre las copas de los enormes árboles.
Responsables de la aeronáutica brasileña permitieron que fotógrafos sobrevolaran en helicóptero la zona del accidente, pero hasta ahora mantienen restringido el acceso terrestre al lugar, donde sólo se ve desde el aire una parte del tren de aterrizaje y un ala del avión.
La Hacienda Jarina, dedicada a la ganadería y ubicada en el municipio de Peixoto Azevedo, en el estado central de Mato Grosso --a unos 37 kilómetros del lugar del siniestro--, se ha convertido en el centro de operaciones para el rescate de los cadáveres y partes del avión.
A esta zona llegó por tierra un camión de refrigeración para depositar los restos de las víctimas, que posiblemente serán trasladados a Brasilia para su total identificación y entrega a las familias. A día de hoy no se ha indicado la fecha para ese traslado.
El grupo de 75 militares que trabaja en la zona del accidente ha recuperado tres cajas de objetos personales de los pasajeros, desde libros y teléfonos móviles hasta cámaras fotográficas y bolsos.
CAJAS NEGRAS EN MAL ESTADO
Las autoridades informaron en un comunicado que los cuerpos del piloto Tesio Chavez, de 44 años, y del copiloto Thiago Jordao, de 29, también fueron encontrados hoy, así como la cabina. La fuerza aérea no dio más detalles y aseguró que los dos primeros cadáveres, hallados el pasado domingo, serían trasladados a lo largo del día de hoy al Instituto de Medicina Legal de Brasilia.
Por su parte, la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) explicó que las dos cajas negras del Boeing encontradas ayer, lunes, están en muy mal estado. "Fue encontrado apenas una parte del registro de voz, faltando la unidad de almacenamiento de datos. Esta unidad es esencial para el análisis" de lo sucedido, señaló la ANAC en una nota divulgada en su página de Internet.
El comandante de la fuerza aérea, general Luis Carlos Bueno, indicó, por otro lado, que se han encontrado un centenar de cadáveres. Los cuerpos, esparcidos en un radio de un kilómetro, aún no han sido evacuados del sitio donde cayó la nave, una espesa selva con árboles de entre 20 y 30 metros de altura.
El accidente habría sido provocado porque el Boeing 737 y un jet privado chocaron en el aire al volar a la misma altura. La segunda nave sufrió algunas averías en una ala y logró aterrizar de emergencia en una base militar con sus siete ocupantes estadounidenses a salvo. Pero el general Bueno indicó que las causas exactas de la tragedia sólo podrán aclararse con la investigación, según un comunicado del servicio oficial de noticias Agencia Brasil.
Según Bueno, ninguna de las dos naves recibió autorización de las torres de control para cambiar su ruta o altitud de vuelo, estimada entre 36.000 y 37.000 pies. "El Boeing tenía un plan de vuelo a 37.000 pies de altitud y el jet Legacy estaba autorizado a volar a 36.000 pies", explicó.