Publicado 18/11/2019 17:46

Brasil.- El ritmo de deforestacion de la Amazonía brasileña crece un 30 por ciento en el último año

Deforestación del Amazonas
Deforestación del Amazonas - GETTY - Archivo

BRASILIA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Entre agosto de 2018 y julio de 2019 se ha contabilizado la deforestación de un total de 9.762 kilómetros cuadrados en la Amazonía brasileña, lo que supone un aumento del 30 por ciento con respecto al año anterior y un máximo de los últimos once años, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).

Los estados de Pará, Rondonia, Mato Grosso y Amazonas suman el 84 por ciento de la superficie deforestada con cerca de 8.213 kilómetros cuadrados, según el informe oficial publicado este lunes.

Porcentualmente supone el tercer mayor incremento de la historia desde que hay registros, solo por detrás de los datos de los años 1995 (95 por ciento y 29.100 kilómetros cuadrados) y 1998 (31 por ciento).

En la presentación de los datos en la sede del INPE en Sao José dos Campos han participado los ministros de Medio Ambiente, Ricardo Salles, y de Ciencia, Marcos Pontes, así como el director en funciones del INPE, Darcton Damio. Salles ha apuntado que este incremento se debe a la "economía ilegal" y ha anunciado una reunión el próximo miércoles para abordar medidas para atajar la deforestación.

"También hay negociaciones en la esfera gubernamental como la transferencia de los organismos de identificación, vigilancia e investigación de la biodiversidad y la flora y el sector del ecoturismo, también integrante del Ministerio, para crear una sede en la Amazonía", ha indicado Salles.

En cualquier caso, Salles ha argumentado que muchos de los factores que contribuyen a la deforestación son responsabilidad de los gobiernos anteriores del Partido de los Trabajadores. "Gran parte de los problemas vienen de gestiones anteriores", ha apuntado.

Salles respondía así a una pregunta de la prensa que recordaba las insistentes críticas en campaña electoral del ahora presidente Jair Bolsonaro contra los ecologistas e instituciones como el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) y la protección de reservas indígenas.

En cuanto a los datos de la destrucción de la Amazonía, el propio Bolsonaro los calificó de "incorrectos", "exagerados" o "perjudiciales para la imagen del país" y llegó a insinuar que el director del INPE, Ricardo Galvo, podría estar "al servicio de alguna ONG". "Yo comprendo la necesidad de preservar, pero la psicosis ambiental dejó de existir conmigo", remachó Bolsonaro en julio.

La organización ecologista Greenpeace ha "alertado" ante este "grave" escenario, ya que cree que el Gobierno brasileño no ha presentado "ninguna política coherente" para proteger los bosques y sus pueblos, "al contrario, se han posicionado del lado de los responsables de estos crímenes ambientales".

La portavoz de Greenpeace Cristiane Mazzetti ha advertido de que "esta tasa deforestación junto con la falta de gestión sacrifica vidas, coloca al país a contramano de la lucha contra el cambio climático y tiene perjuicios para la economía, ya que el mercado internacional no quiere comprar productos contaminados por la destrucción ambiental y la violencia".