BRASILIA, 13 Jun. (Notimérica) -
El deterioro macroeconómico de Brasil que comenzó en 2014 y se vio agudizado en 2016 sigue lastrando a la población activa brasileña, en especial, a la más pobre. Sin embargo, la condición económica y financiera por la que atraviesa el Estado brasileño no perjudica con el mismo énfasis al sector más adinerado del país respecto al resto de la ciudadanía.
De acuerdo con un estudio del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getúlio Vargas al que ha tenido acceso 'El País', desde el año 2016 un 10 por ciento de la población --porcentaje que incluye a la parte próspera-- ha aumentado un 3,3 por ciento de sus salarios, mientras que la parte poblacional más pobre alcanza pérdidas en las rentas derivas de su trabajo de hasta un 20 por ciento.
Si bien los últimos años del país han sido de recuperación, este primer trimestre de 2019 el Producto Interior Bruto (PIB) brasileño ha caído un 0,2 por ciento respecto al trimestre anterior. Esto podría significar, según los expertos, una nueva etapa de recesión económica que aumentaría, desafortunadamente, esta brecha salarial.
De hecho, si se tiene en cuenta el Índice de Gini --coeficiente que mide la desigualdad a nivel de ingresos-- el desequilibrio alcanzado el pasado mes de marzo fue histórico. Este medidor utiliza una escala entre 0 y 1, la cual el 0 supone la igualdad perfecta, y la región brasileña cerró el primer trimestre del año registrando un valor de 0,657 puntos.
El investigador de la Universidad de Princeton Marcelo Medeiros en declaraciones al citado medio asevera que "los más pobres se están quedado atrás" y el paro acentúa esta realidad.
En cambio, el experto de la Universidad de Columbia Rogério Barbosa señala que la desigualdad en los ingresos ha aumentado por dos factores: en primer lugar, por el problema de la incorporación laboral de la población parada mayoritariamente al sector informal; por otro lado, los trabajadores que permanecen en el sector formal mejoran sus salarios y condiciones con el tiempo, lo que explicaría los resultados del informe del Instituto Brasileño de Economía.
Sin embargo, la brecha salarial empeora para las trabajadoras brasileñas. De acuerdo con el último estudio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la media salarial de las mujeres en 2018 fue un 20,5 por ciento inferior a la registrada por los hombres. Además, el estudio de IBGE demostró que la brecha salarial de género aumenta con la especialización de los puestos.