Actualizado 27/09/2015 12:47

Los cambios en el Ejército de Colombia tras la posible paz con las FARC

   BOGOTÁ, 26 Sep. (Colprensa/ Notimérica) -

   Colombia recibirá el apoyo de Estados Unidos y la Organización del Atlántico Norte (OTAN) para revisar su doctrina militar de cara al posconflicto, tras el anuncio del Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de firmar la paz en los próximos seis meses.

   "No le tenemos miedo a la paz. Tenemos, por el contrario, una visión muy clara de lo que tenemos que hacer", ha declarado este sábado el Mayor General, Alberto José Mejía, 48 horas después de conocer la firma del acuerdo de Justicia Transicional entre el mandatario Juan Manuel Santos y el jefe máximo de las FARC, 'Timochenko', y con ello la transformación de instituciones como el Ejército Nacional.

   Esta transformación viene fraguándose desde hace cuatro años y definirá la nueva estructura del Ejército en el lapso de paz. Según el general Mejía, se creará una institución más educada y preparada para "las disidencias que surjan de este proceso, el ataque frontal a quienes no se acojan a la negociación, la lucha por convicción contra las bandas criminales y la criminalidad en general, el crimen trasnacional y las amenazas de otro orden que se puedan presentar".

   Este proceso contará con el 'Plan Minerva' --una carta de navegación en la que se consignan los temas de educación militar y la preparación de estrategias-- y el 'Plan Damasco', donde se plantea cómo hacer ese cambio doctrinal que el comandante califica de "moderno" y "acorde" a los cambios que se aproximan.

   "No solamente estamos estableciendo cuáles son los manuales de carácter estratégico, operacional y táctico para los diferentes niveles de la guerra, sino que también estamos haciendo una división, una separación en algo que para mí es espectacular: unos manuales denominados Piedra Angular", ha subrayado Mejía en el foro organizado por la Universidad del Rosario y el periódico 'El Tiempo'.

   El general ha asegurado que toda la hoja de ruta cuenta con la aprobación internacional, lo que significa el respaldo de Estados Unidos, la OTAN y de las "instituciones fundamentales en los manejos de normas de los conflictos armados".

   No obstante, este cambio de estructura en el Ejército no implica necesariamente ni una reducción de tropas ni de presupuesto.

   Actualmente, las Fuerzas Armadas operan bajo el 'Plan Espada de Honor', la estrategia que se inició en 2012 y que se aplicará hasta el mes de diciembre si se lograse la esperada firma de paz con las FARC o en su defecto podría prolongarse.

   Este plan se desarrolla en 12 zonas del país, ya sea por su importancia estratégica, por ser zonas de frontera, porque hay minería ilegal o cultivos ilícitos. Y, dentro de esas regiones, el Ejército ha calificado como críticas las que tienen petróleo: Arauca, Catatumbo, oriente de Antioquia, Chocó, Cauca y Valle, Putumayo y parte de Orinoquía. En esos lugares se trabaja sobre dos líneas: la ejecución sostenida de operaciones militares, y el acercamiento a la población.

   Si se logra la paz con las FARC, el Ejército en esas zonas cambiaría su objetivo para conseguir las condiciones que implican de la desaparición del narcotráfico, la extorsión, el secuestro, el tráfico de armas, de municiones, de explosivos, de la minería ilegal como del oro, la plata o el coltán.

   La reducción del presupuesto también parece improbable para el general, "no solo porque no se abandonarán las zonas sino porque el Ejército tiene que llegar a donde no hay más presencia del Estado".

   El comandante General de las Fuerzas Militares, el general Juan Pablo Rodríguez, ha añadido que el Ejército también tendrá gran importancia en el posconflicto no solo por lo anteriormente expuesto, sino por el reciente plan antidroga que anunció el presidente Juan Manuel Santos.

   El cambio de doctrina militar apuesta al completo por la paz, sin que afecte a su presencia e institucionalidad y solo cambiando el enfoque de su estrategia.