Actualizado 17/12/2013 20:44

Los servicios de Urgencias no cubren las necesidades que plantean los ancianos, según un estudio internacional

Urgencias, Hospital
EUROPA PRESS


MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los servicios de Urgencias no cubren las necesidades que plantean las personas de la tercera edad, tal y como ha evidenciado una investigación llevada a cabo por un equipo de expertos de la Universidad de Waterloo (Canadá).

Este trabajo, que ha sido publicado en la revista especializada 'Annals of Emergency Medicine', expone que estos departamentos de los hospitales no cumplen con las necesidades de este colectivo de pacientes, algo que se ha evidenciado en este estudio realizado sobre pacientes mayores de 75 años de Australia, Bélgica, Canadá, Alemania, Islandia, India y Suecia.

Así, los expertos sostienen que las personas ancianas tienen necesidades "muy diferentes" a las de la población general, las cuales "no están siendo atendidas" en la actualidad. Así lo expresa el profesor de la Facultad de Salud Pública de este centro académico canadiense y autor principal de la investigación, el doctor John Hirdes.

A su juicio, la mayoría de estos pacientes "son frágiles y dependen de otros para obtener ayuda", además de que presentan necesidades "complejas". Además, sostiene que los servicios de Urgencias tradicionales "no están equipados para la evaluación geriátrica y su intervención", ya que fueron diseñados "para responder a enfermedades y lesiones agudas".

INCREMENTA EL RIESGO DE OFRECER DIAGNÓSTICOS ERRÓNEOS

Hirdes manifiesta que el "caótico entorno hospitalario" provoca que se incremente "el riesgo de un mal diagnóstico o de una atención inadecuada". Muchas veces los especialistas capacitados no están disponibles, por lo que condiciones geriátricas como el delirio "pueden ser diagnosticados como demencia", lamenta.

En cuanto a las evidencias obtenidas con este trabajo, se expone que el 78 por ciento de las personas a estudio eran dependientes en cuanto a las actividades de la vida cotidiana, tenían un problema cognitivo o habían sufrido una caída en los últimos 90 días.

Ante todo ello, Hirdes y su equipo de investigadores apuestan por capacitar al personal sanitario, cambiar los protocolos de prestación de atención geriátrica y diseñar departamentos especializados que consten de instalaciones de fácil acceso. Todo ello "permitiría satisfacer mejor las necesidades de las personas mayores", concluyen.