Actualizado 16/10/2018 09:11

La "caravana" de migrantes hondureños llega a Guatemala

Inmigrantes hondureños
REUTERS - Archivo

   AGUA CALIENTE, 16 Oct. (Reuters/EP) -

   La "caravana" de cerca de 2.000 migrantes hondureños que se dirigen a Estados Unidos han llegado este lunes a Guatemala a pesar de las advertencias de Washington, que ha expresado su preocupación ante la situación en la zona fronteriza.

   Entre los migrantes, que huyen de la violencia y la pobreza en su país de origen, se encuentran familias completas con niños y mujeres con bebés. Este lunes avanzaban hacia la localidad de Esquipulas, donde tenían previsto pernoctar tras forcejear con agentes antimotines guatemaltecos que trataban de contener su paso en este puesto aduanero, según han indicado varios testigos.

   "Sí se pudo, sí se pudo, el pueblo unido jamás será vencido", gritaban varios migrantes que corrieron después de que los agentes guatemaltecos les abrieron el paso en la carretera, mientras empujaban y otros cantaban el himno nacional de Honduras, tal y como ha relatado la activista social Leticia Gutiérrez.

   La marcha, que fue convocada en redes sociales, salió el sábado con unas 1.300 personas de la norteña ciudad de San Pedro Sula, la más violenta de Honduras, según ha explicado Bartolo Fuentes, uno de los organizadores. Algunos migrantes planean buscar la condición de refugiado en México y otros tienen intención de entrar en Estados Unidos.

   Las autoridades guatemaltecas han defendido que no promueven ni respaldan la "migración irregular".

   Este fin de semana, los gobiernos de Honduras y Estados Unidos han expresado este domingo su preocupación por la "caravana". La Embajada de estadounidense en Honduras alertó de que los organizadores de la caravana "buscan explotar a compatriotas con falsas promesas", mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Honduras señaló que lamenta la movilización de ciudadanos bajo idea de obtener un visado en la frontera mexicana para seguir su ruta hacia Estados Unidos.

   Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha instado a "no arriesgar a las familias realizando el peligroso viaje hacia el norte para tratar de llegar a Estados Unidos". "Si no pueden venir legalmente, no deben venir", ha afirmado.