Actualizado 25/10/2018 15:38

El caso de la brasileña que denunció que le grabaron una esvástica en el abdomen y ahora es acusada de falso testimonio

ESVÁSTICA
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   BRASILIA, 25 Oct. (Notimérica) -

   A pocos días de que se celebre la segunda vuelta de los comicios presidenciales de Brasil, encabezados en los sondeos de intención de voto por el ultraderechista Jair Bolsonaro, surge nuevamente la polémica en torno a uno de los casos de violencia política denunciados durante esta campaña electoral.

   Hace escasas dos semanas, una joven brasileña --cuya identidad no ha trascendido--, de 19 años, denunció a las autoridades de Porto Alegre que había sido agredida por dos hombres que la abordaron y, tras pegarle golpes y patadas, le grabaron una esvástica en la piel de su abdomen con una navaja.

   La fotografía de las lesiones de la víctima fueron compartidas de manera masiva por las redes sociales, en especial tras saberse que la denunciante aseguró que el ataque había tenido lugar por vestir una camiseta en la que se leía "#EleNão" ("Él no"), lema de las protestas contra Bolsonaro.

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   Tras ponerse en conocimiento de las autoridades lo ocurrido a la joven, el delegado titular de la 1ª Delegación de Porto Alegre, Paulo Jardim, indicó que la agredida no había llevado a cabo la denuncia "donde correspondía" --puesto que lo hizo en la segunda comisaría de policía, y no en la Delegación ni en la Policía Militar--.

   Pero lo especialmente notable fue que aseguró que la esvástica dibujada en su cuerpo no era un símbolo de extrema derecha, sino "un símbolo budista, de armonía, de amor, de paz y de fraternidad. Si usted va a buscar en Google, usted verá que existe allí un símbolo budista", como afirmaba en una entrevista a 'BBC Brasil'.

   Ante estas palabras, la abogada de la denunciante, Gabriela Souza, aseguró al mismo medio que dichas declaraciones fueron precipitadas, pero que "a lo largo del testimonio dado en la tarde él entendió la gravedad y la proporción del caso y pasó a brindar la atención correcta", así como insistió en que "el Estado necesita estar preparado, no puede confundir una esvástica, símbolo del nazismo, con un símbolo de amor, de la paz budista".

   De esta forma, se abrió una investigación para identificar a los dos presuntos autores de los hechos y proceder a tomar las medidas consecuentes. Sin embargo, esta semana la investigación policial establecería contradicciones entre la denunciante y lo dilucidado por las autoridades --quienes se han valido del análisis de cámaras de seguridad y varios testigos--, convirtiéndose en una acusada por comunicación falsa de un crimen.

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   Además de indicar que ni las cámaras de seguridad analizadas, ni los testimonios de los testigos dejan constancia de los hechos, 'BBC Mundo' indica que la acusación de la policía se basa principalmente en el fallo del Instituto General de Investigación Criminal de Río Grande do Sul, el cual se hizo público este miércoles. En este se indica que las lesiones no son considerados cortes, sino arañazos superficiales, uniformes y continuos, con patrones "que demandarían cuidado en su producción".

   De esta manera, y según las autoridades, se trataría de heridas autoinfligidas, hechas con consentimiento o sin reacción en contra. "No hay lesión en ninguno de los 20 rasguños en la piel, son arañazos, y no cortes", indicó a 'BBC News Brasil' el delegado Jardim, quien agregó que "la investigación indica que se ha utilizado un objeto contundente, como un pendiente o un clip, pero no cortante como una navaja. Incluso, cuando una víctima está inmovilizada los cortes no son tan uniformes o superficiales así".

   Por su parte, la abogada Gabriela Souza ha indicado que la joven había quedado paralizada como consecuencia de un ataque de pánico al momento de sufrir la agresión, y que fue sujetada mientras se le grababa en el cuerpo la esvástica. Asimismo, dice que "la sociedad siempre relativiza la palabra de una mujer que dice ser víctima. El comisario ya estaba predispuesto a esa conclusión al hablar que era un símbolo budista en la barriga de ella, y no nazi".