Actualizado 31/03/2017 02:47

Caso Matute Johns, 17 años de un misterioso crimen sin resolver

   CONCEPCIÓN (CHILE), 20 Nov. (Notimérica) -

   El suceso Matute Johns es un caso judicial chileno que hace referencia al asesinato del joven penquista Jorge Eduardo Matute Johns, que desapareció el 20 de noviembre de 1999 en la ciudad chilena de Concepción, cumpliéndose este domingo 17 años de su desaparición, que, a día de hoy, continúa sin resolverse.

   El joven chileno permaneció desaparecido durante cinco años, hasta que el 12 de febrero de 2004 se encontró su cadáver a orillas del río Biobío, hallazgo que estremeció a todos los chilenos y que sigue siendo uno de los procesos penales más recordados en el país.

En 2010 el suceso fue cerrado sin haberse establecido responsabilidades en la muerte de Matute Johns. Sin embargo, en enero de 2014 fue reabierto tras la publicación de un informe del Servicio Médico Legal el 20 de noviembre de ese mismo año, que confirmó que el joven chileno fue asesinado con un fármaco llamado pentobarbital, utilizado para eutanasiar animales.

   El día de su desaparición, el joven salió de su casa ubicada en la comuna de San Pedro de la Paz para dirigirse a una discoteca llamada 'La Cucaracha' en Talcahuano, en la provincia de la Concepción, junto a unos amigos.

   Fue en ese lugar, en la madrugada del 20 de noviembre, cuando se le vio por última vez con vida. Al día siguiente, uno de sus amigos llamó a la policía y al hospital intentando localizarle, y la novia del joven recibió una llamada telefónica anónima, donde se le dijo que a Matute Johns le había ocurrido algo grave. Además, la familia del joven chileno confirmó haber recibido llamadas en los que se pedían 50 millones de pesos --más de 74.000 dólares-- para liberarlo.

SECUESTRO Y OBSTRUCCIÓN A LA JUSTICIA

   Casi una semana después de la desaparición de Matute Johns, su padre pidió a la Corte de Apelaciones de Concepción la designación de un ministro en visita --ministro que se encarga de controlar que todo se esté llevando de manera adecuada y conforme a la ley-- para la investigación del caso, medida que fue rechazada.

   Debido a la pasividad de algunas instituciones ante la desaparición del joven, el 1 de diciembre la familia interpuso una querella criminal por presunta desgracia en el Tercer Juzgado. Tras la querella, la magistrada del tribunal Flora Sepúlveda realizó peritajes a la discoteca donde acudió el joven, además de interrogar a su dueño, Bruno Betanzo, a su pareja y a tres trabajadores del recinto.

   Más adelante, el 5 de enero del 2000, la investigación del caso se redefinió como secuestro y obstrucción a la justicica, y Sepúlveda prohibió que se dieran a conocer los avances relativos al caso, dictamen al que apelaron los medios de comunicación.

   En diciembre de ese mismo año se detuvo a dos jóvenes testigos: Carlos Gajardo y Gisela Miranda por presunta obstrucción a la justicia, a lo que su defensa replicó con un recurso de amparo por estimar que su detención era arbitraria, siendo ambos finalmente liberados el 31 de diciembre.

   Los mismo ocurrió con los siete jóvenes: Cristián Herrera, Federico Homper, Oscar Araos, Jorge Bañados, Jaime Rojas, José Ignacio del Río y Carlos Alarcón, detenidos y finalmente puestos en libertad. Sin embargo, la familia y el Consejo de Defensa del Estado (CDE) apelaron al fallo ante la Corte Suprema, que revocó a la decisión de la Corte de la Concepción y los jóvenes obtuvieron la libertad provisional.

¿ESTABA LA DISCOTECA IMPLICADA?

   Más tarde, un informe del mayor de Carabineros, Andrés Ovalle, que fue entregado a la jueza Sepúlveda, liberó completamente de responsabilidad a los siete jóvenes imputados por obstrucción a la justicia y estableció que los hechos apuntaban a que el dueño y los dependientes de la discoteca estaban implicados en la desaparición de Jorge Matute Johns.

   En agosto de 2002 la familia del joven acusó a agentes de Carabineros por la desaparición del estudiante, y, días más tarde, se ordenó el arresto de Ovalle por la realización del informe con ayuda de los padres de dos de los jóvenes procesados por obstrucción a la justicia.

   Posteriormente, en mayo de 2007, un exempleado de la discoteca, llamado Fabián Flores Silva, asumió su participación directa en la muerte del joven. Sin embargo, más tarde se dio a conocer que Flores había cometido falso testimonio.

CASO CERRADO Y REABIERTO

   Tras la presentación de nuevos antecedentes y el rechazo de distintas instituciones por seguir investigando este caso, el suceso fue cerrado definitivamente, hasta el 10 de enero de 2014, cuando fue reabierto de nuevo.

   Ese mismo mes el cuerpo del joven fue exhumado y trasladado a Santiago para ser nuevamente examinado por el Servicio Médico Legal (SML). Estos peritajes concluyeron que la causa de la muerte del joven había sido por homicidio, y no fue hasta el 9 de septiembre de 2015 cuando se estableció que Jorge Matute Johns había muerto por intoxicación de pentobarbital.

   Según los últimos datos, el pasado 27 de julio la ministra en visita del caso, Carola Rivas, confirmó la presencia de un nuevo fármaco en los restos del joven. A partir de este hallazgo se concluyó que los jóvenes implicados en el caso podrían haber sido los presuntos responsables en suministrárselo.

   No obstante, hoy, 17 años después de su desaparición, el caso sigue sin resolverse y la desaparición y la muerte de Jorge Eduardo Matute Johns sigue siendo un misterio.