Actualizado 14/08/2016 12:29

El cementerio que descansa sobre una montaña de oro en Honduras

Cementerio que descasa sobre una montaña de oro
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   TEGUCIGALPA, 14 Ago. (Notimérica) -

   Desde hace más de 200 años, los habitantes de Azacualpa, al norte de Honduras, entierran a sus familiares en un cementerio que descansa sobre una montaña de oro, lo que ha propiciado dos siglos de enfrentados entre la comunidad y la minera canadiense Aura Minerlas.

   El conflicto involucra a pequeñas poblaciones contra grandes empresas, autoridades locales y estatales que defienden esta industria minera que cada año aporta al país entre 100 millones de dólares y 150 millones, lo que supone que esto sea una razón de innumerables pleitos.

   El motivo de la escalada continua de tensión entre la comunidad y la minera se remonta al acuerdo de 2012, fecha desde la cual la minera quiere quitarles el cementerio donde tienen enterrados a su seres queridos, con el objetivo de explotar el oro que hay debajo del mismo.

   En realidad, el convenio establecía que para agosto de 2015 Aura Minerals habría entregado 396 viviendas para los habitantes en la localidad de Palania, a unos ocho kilómetros de distancia de la mina de San Andrés, donde la minera trabaja y donde se encuentra el cementerio.

   A cambio, los aproximadamente 3.000 habitantes de Azacualpa se comprometían a autorizar individualmente el traslado del cementerio y permitir la identificación y reubicación de los restos.

   El fiscal del Comité Ambientalista de Azacualpa, Genaro Rodríguez Montoya aseguró que "la minera no cumplió con la totalidad de la entrega y que las viviendas son mas pequeñas de lo acordado", según recoge 'BBC Mundo'. Sin embargo, Aura Minerals afirma que hasta la comunidad no acceda a que los restos sean llevados a otra parte no se terminará la entrega de casas.

BLOQUEOS A LA MINA

   Desde finales del 2015, un grupo de habitantes ha realizado de forma esporádica bloqueos a la mina como forma de protesta, que han llegado, incluso, a detener los trabajos de Aureals Minerals.

   Es por esta razón que el conflicto ha aumentado entre ambas partes a pesar de tener como mediador al Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH).

   El director ejecutivo de Aura Minerals, Jim Bannantine, reconoce que el asunto del cementerio "es delicado para cualquier comunidad" pero resaltó que la población "no ha cooperado para acceder a relocalizar los restos", tal y como estaba en el acuerdo.

   Bannantine añadió que "si su compañía no logra explotar esa área, la viabilidad del proyecto, que da empleo a 900 personas, está en riesgo" ya que "el cementerio es la diferencia entre que la mina opere por dos o tres años más o que lo haga por diez años", algo que afectará a los empleos.

   Por su parte, la autora del informe 'Minería en un estado de impunidad: negociaciones coaccionadas y desplazamiento forzado por Aura Minerals en el occidente de honduras', Karen Spring, señala que la compañía y el Gobierno de Honduras "están fijando todas las condiciones del diálogo".