SANTIAGO, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sebastián Piñera y la oposición, encabezada por la Concertación --coalición de partidos de izquierda--, han protagonizado en los últimos días un cruce de acusaciones por los resultados de las obras de reconstrucción en las zonas devastadas por el terremoto de hace dos años, mientras miles de damnificados han salido a las calles para exigir respuestas concretas y celeridad en los trabajos.
En varias ciudades de Chile se han realizado este lunes actos oficiales y ciudadanos para recordar a las víctimas del trágico terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter, que estuvo seguido de un tsunami que arrasó con una buena parte de la zona costera de ese país. Un total de 525 personas perdieron la vida y unas 370.000 viviendas quedaron destruidas, de las cuales 220.000 pertenecían a familias pobres.
El presidente Piñera presentó un balance la semana pasada en el que asegura que sólo falta por reconstruir un tercio de las zonas afectadas por el llamado 'megaterremoto', que, de acuerdo con cálculos oficiales, provocó pérdidas que superaron los 30.000 millones de dólares (22.280 millones de euros), lo que representa el 17 por ciento del Producto Interior Bruto de Chile, una nación que registra anualmente un altísimo crecimiento económico.
El gran seísmo ocurrió la madrugada del 27 de febrero de 2010, doce días antes de que Piñera asumiera la Presidencia y pusiera fin a 20 años de gobiernos de izquierda. Pese al espectacular crecimiento económico de Chile, el mandatario tuvo que hacer frente a una de las peores tragedias que ha vivido el país por los cuantiosos daños materiales provocados.
"No nos olvidemos que aun nos queda un largo camino por recorrer, nos queda el otro tercio, y hay cientos de chilenos que esperan una vivienda. Tomamos el camino difícil porque junto con reconstruir el cien por cien, ratificamos cumplir nuestro programa de gobierno", ha comentado Piñera este lunes en un acto de reinauguración de una de las escuelas afectadas.
Pero estos datos no han convencido a la Concertación, que ha descrito el programa de reconstrucción del Gobierno como un "fracaso absoluto" por la supuesta falta de transparencia en las cifras y por no haber sabido llegar a los sectores más vulnerables.
"Este es el tercer invierno en que muchos damnificados van a pasar las penurias del frío y de la lluvia en campamentos, se llaman campamentos, no esta politiquería del Gobierno de las aldeas", ha expresado Osvaldo Andrade, portavoz de la Concertación y presidente del Partido Socialista de Chile.
Informes divulgados recientemente por la Universidad de Chile y la Asociación Chilena de Municipalidades distan considerablemente de las cifras del Gobierno y apuntan a que la reconstrucción de viviendas no llega al diez por ciento de lo que destruyó el seísmo, ha recordado Andrade en rueda de prensa.
"Nosotros tenemos un balance negativo del proceso de reconstrucción", ha enfatizado. "Entendemos que ha habido una controversia respecto a las cifras y el Gobierno ha enfatizado logros pero, desde nuestro punto de vista y opinión, ha habido una falta de transparencia de su parte en los datos entregados", ha subrayado.
La Concertación denuncia que el Ejecutivo, en vez de reconstruir las zonas devastadas y entregar a los afectados nuevas viviendas, ha optado por pedir a las autoridades locales que den dinero a la gente "para que ellos busquen donde vivir, y esa es la expresión más nítida de la incapacidad del Gobierno".
En los últimos días, decenas de damnificados han salido a las calles en algunos municipios para exigir al Gobierno celeridad en las obras. Piñera debe afrontar estas fuertes críticas en momentos en los que su popularidad se encuentra en mínimos históricos.