SANTIAGO, 5 Sep. (Notimérica) -
Las elecciones de 1938 han quedado en la memoria de todos los chilenos debido a un terrible suceso. La toma de la Universidad de Chile y la Caja de Seguros Obreros serían los escenarios del fusilamiento de varios jóvenes.
Los protagonistas de aquel incidente fueron los miembros del Movimiento Nacional-Socialista de Chile (MNS) --popularmente conocidos como 'los nacis'-- fundado el 5 de abril de 1932. Esta formación creció rápidamente y logró cierta visibilidad durante la época, pero no sería hasta 1938 cuando jugaría un papel fundamental.
En las elecciones chilenas de 1938 compitieron tres candidatos con programas e ideas diferentes. El primero fue Gustavo Ross, apoyado por la derecha; el segundo, Pedro Aguirre Cerda, elegido por el Frente Popular --coalición creada en 1936 que agrupó a varios partidos de centro-izquierda-- y por último, Carlos Ibáñez del Campo, apoyado por la Alianza Popular Libertadora (APL), a la que estaba afiliada la MNS.
Los sondeos daban como ganador a Ross, y esto no gustó al resto de partidos. Por este motivo, los miembros del MNS decidieron dar un golpe de estado y derrocar al entonces presidente Arturo Alessandri Palma y dejar que el ejército asumiera el poder.
Finalmente, el 5 de septiembre de 1938, hace hoy 79 años, varios miembros del MNS tomaron el control de la Universidad de Chile y el edificio de la Caja del Seguro Obrero, pensando que a la policía le resultaría más difícil lanzar una contraofensiva contra esos sitios.
Liderados por el teniente Gerardo Gallmeyer Klotze, de las Tropas Nacistas de Asalto (TNP), un grupo de 30 hombres entraron en la Caja de Seguros y cerraron todos los accesos. Simultáneamente, otros asaltaron la Casa Central de la Universidad de Chile bloqueando cualquier salida y tomaron como rehén al rector.
El presidente Alessandri convocó a las fuerzas policiales y militares para solucionar el asunto. Le encargó al director general de carabineros controlar la situación en la Caja de Seguros Obreros. Los miembros del MNS debían resistir sin disparar hasta que el ejército viniera en su ayuda, pero las cosas no salieron como planearon. El enlace que debía informar a los militares sobre el plan nunca lo hizo y debido a ello reinó la confusión entre los nacistas sobre cómo actuar.
Los carabineros, junto con las fuerzas del ejército, se dispusieron a sacar a los confusos golpistas. Mientras los nacistas intentaban resistir, los carabineros fueron lentamente abriéndose paso a través de los primeros pisos, obligándolos a retroceder. Finalmente, ambas fuerzas lograron la rendición de los últimos grupos de nacis que aún continuaban resistiendo.
Una vez fueron desarmados, se llevaron a los golpistas al sexto piso del edificio. Acto seguido fueron acribillados por los carabineros, quienes recibieron ordenes de no dejar a nadie vivo. Tras el fusilamiento murieron a 59 personas y milagrosamente sobrevivieron tres. Este es uno de los muchos episodios negros de la historia del país y que todavía permanece en la memoria de los chilenos.