Publicado 30/10/2025 19:14

IGME y COACan trabajan en un proyecto para vincular los BIC a las canteras de donde proceden sus materiales

Ya se han localizado más de 70 canteras históricas en la costa y se trabaja en una segunda centrada ahora en los valles interiores

Archivo - Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar
Archivo - Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar - AYTO - Archivo

SANTANDER, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

El CN Instituto Geológico y Minero de España (CN IGME-CSIC) y el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria (COACan), en colaboración con la Consejería de Cultura del Gobierno regional, trabajan en un proyecto de investigación para inventariar las canteras históricas de la comunidad autónoma que están asociadas a la construcción de sus Bienes de Interés Cultural (BIC) y otros monumentos.

El proyecto tiene una duración prevista de dos años y busca establecer la conexión directa entre los BIC y otros monumentos de Cantabria y el medio físico y entorno geológico del que proceden sus materiales constructivos.

La iniciativa se estructura en varias fases. La inicial ya ha concluido tras localizar más de 70 canteras históricas asociadas a 91 edificios en el área costera de Cantabria, lo que sienta una base "sólida" para su estudio. La segunda fase, que está en curso, se centra en los valles interiores.

Así, fruto del trabajo ya realizado se han entregado dos colecciones de lapidario de rocas al COACan y al Gobierno de Cantabria, que se completarán en la segunda fase con las rocas empleadas en las construcciones de los valles interiores.

Como señalan los impulsores del proyecto, los materiales pétreos utilizados en la construcción de iglesias, palacios, casonas y otros edificios históricos no son solo elementos estructurales, sino "una parte intrínseca de la identidad histórica y paisajística de la comunidad".

Así, al vincular un edificio con su cantera de origen, se pone en valor el entorno geológico como fuente de recursos esenciales y se subraya su papel fundamental en el desarrollo histórico y económico de la región.

Los trabajos del proyecto comienzan con la localización y caracterización de canteras, que consiste en realizar investigación de campo para identificar y geolocalizar las areas extractivas que suministran la piedra.

Dentro de esta fase se hace un estudio de las rocas en el edificio y en las canteras para confirmar la procedencia de los materiales, y un registro preciso de las canteras -muchas de ellas desconocidas- para integrarlas en la base de datos del Inventario Nacional de Canteras Históricas del IGME.

A continuación, se procederá al inventariado exhaustivo y determinación de la procedencia, fase en la que se espera examinar cerca de 200 edificios históricos -BIC y otros monumentos-.

Los responsables subrayan que el impacto del inventario trasciende el ámbito geológico y arquitectónico, ya que también aporta valor para la conservación y restauración. Y es que el dato sobre la procedencia de la piedra es "esencial para futuras intervenciones", pues conocer el material original exacto permite garantizar la autenticidad y utilizar piedra de la misma composición para asegurar la compatibilidad física, química y estética, así como la durabilidad.

También añaden que el proyecto ofrece una "valiosa" perspectiva cultural al documentar en lo relativo a las técnicas de extracción utilizadas históricamente (herramientas, métodos de corte, organización del trabajo) y a la tradición de cantería.

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