Actualizado 20/10/2011 09:37

Ascienden a 38 los muertos por las lluvias torrenciales en Guatemala


CIUDAD DE GUATEMALA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El balance de víctimas por las lluvias torrenciales derivadas de la depresión tropical '12-E' en Guatemala ha ascendido a 38 muertos y 14.000 damnificados, según ha informado el presidente del país centroamericano, Álvaro Colom, en una entrevista con la cadena TeleSur.

Tras realizar un recorrido aéreo por el país, Colom ha explicado que, a diferencia de otras ocasiones, el temporal ha castigado con más fiereza a los núcleos de población urbanos, así como a las infraestructuras de transporte.

En concreto, ha señalado que las lluvias han destrozado las carreteras que comunican Guatemala con El Salvador y Honduras, por lo que las conexiones fronterizas del país han quedado comprometidas. Por ello, ha indicado, está contacto directo con sus homólogos salvadoreño, Mauricio Funes, y hondureño, Porfirio Lobo.

En este contexto, el mandatario ha instado al Congreso a autorizar la utilización de los fondos de emergencia para hacer efectiva la declaración de calamidad nacional que realizó el pasado martes. Los legisladores argumentan que los fondos solicitados ya se han destinado a financiar la segunda vuelta de las presidenciales, prevista para el 6 de noviembre.

"Es una excusa barata, este problema de ajuste presupuestario viene desde enero y no a consecuencia del proceso electoral. La emergencia es un tema de nación, de todos. No tiene por qué mezclarse con temas electorales. Yo no lo he hecho. El Congreso que tome la responsabilidad que le corresponda", ha dicho Colom.

En referencia a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, ha asegurado que "no hay ninguna razón para aplazarla", a pesar de los estragos causados por las lluvias, ya que el Gobierno trabaja en un plan de reubicación de centros electorales para que toda la población pueda votar.

En total, las precipitaciones derivadas de '12-E' han dejado un balance de 90 muertos y cientos de miles de damnificados en Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Costa Rica. En este contexto, Colombia y México están en alerta.