MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera aumentó en 3,5 partes por millón (ppm) entre 2023 y 2024, el mayor incremento desde que comenzaron las mediciones modernas en 1957, según el último Boletín de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado este miércoles.
"Como consecuencia, las temperaturas del planeta proseguirán con su escalada durante más tiempo", ha advertido la organización con esta nueva edición, con la que busca proporcionar información científica autorizada a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en noviembre en Belém (Brasil).
Tal y como ha explicado, casi la mitad del volumen total de CO2 emitido al año permanece en la atmósfera, mientras que el resto lo absorben los ecosistemas terrestres y los océanos del planeta. Sin embargo, a medida que aumenta la temperatura mundial, los océanos absorben menos CO2 dado que cuanto mayor es la temperatura, menor es la solubilidad de este gas.
A su vez, también ha apuntado a otros factores que contribuyen a que los sumideros terrestres absorban menos CO2, como la posibilidad de sequías más persistentes. Así, la OMM ha indicado que las tasas de incremento de CO2 se han triplicado desde la década de 1960. Además, ha señalado que el ritmo de aumento anual al que lo han hecho se ha acelerado y ha pasado de 0,8 ppm al año a 2,4 ppm al año en la década comprendida entre 2011 y 2020.
Con respecto al récord de 2024, la organización ha aventurado que probablemente se produjo debido a las cuantiosas emisiones provocadas por los incendios forestales y a una menor absorción de CO2 por parte de la tierra y los océanos. Todo esto tuvo lugar además en el año más cálido jamás registrado en un contexto marcado por un intenso episodio del fenómeno El Niño, momento en el que las concentraciones de CO2 tienden a aumentar porque los sumideros terrestres de carbono pierden eficiencia a causa de la mayor sequedad de la vegetación y los incendios forestales.
La organización ha incidido en que las emisiones actuales de CO2 a la atmósfera no solo afectan al clima que hoy experimenta el planeta: sus repercusiones se dejarán sentir durante siglos debido a la prolongada persistencia de este gas en la atmósfera. La secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett, ha subrayado que el calor retenido el CO2 y otros gases de efecto invernadero "sobrealimenta" el clima y multiplica los fenómenos meteorológicos extremos.
"En consecuencia, reducir las emisiones es esencial, no solo para nuestro clima, sino también para la seguridad de las economías y el bienestar de las comunidades", ha instado.
AUMENTO DEL METANO Y DEL ÓXIDO NITROSO
Por otro lado, la organización ha señalado que la concentración media mundial de metano (CH4) en 2024 fue de 1.942 partes ppm, lo que supone un aumento del 166% respecto al nivel preindustrial, es decir, del valor anterior a 1750. Además, la de óxido nitroso (N2O) llegó a 338 ppm el año pasado, lo que supone un aumento del 25% respecto al nivel preindustrial.
La funcionaria científica principal de la OMM, Oksana Tarasova, ha transmitido su inquietud sobre el hecho de que los sumideros terrestres y oceánicos de CO2 sean cada vez menos eficaces, dado que ello aumentará la cantidad de CO2 que permanece en la atmósfera y acelerará el calentamiento global. "El monitoreo sistemático y reforzado de los gases de efecto invernadero es fundamental para comprender estas retroalimentaciones", ha recalcado.