Actualizado 04/05/2014 14:37

Aumentan a diez los muertos en la mina en Cauca

BOGOTÁ, 4 May. (Reuters/EP) -

   Los equipos de rescate han recuperado diez cuerpos tras el derrumbe de una mina ilegal de oro ubicada en el municipio de Santander de Quilichao, en el departamento de Cauca, en el suroeste de Colombia.

   Varios miembros del equipo de rescate han explicado que por el momento continúan desaparecidas unas seis personas, incluidas varias mujeres que trabajaban en la extracción de oro de manera artesanal.

   "Se continúa el rastreo, el monitoreo con caninos y con el personal del cuerpo de socorro para ubicar el sitio exacto donde posiblemente puede haber más víctimas", ha afirmado el comandante del cuerpo de Bomberos de Santander de Quilichao, Víctor Claros.

   En este contexto, el alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, ha declarado el estado de calamidad pública en la zona porque "permitirá al Gobierno municipal hacer los gastos necesarios para atender la emergencia".

   El comandante del Batallón de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres Naturales del Ejército, el coronel Jesús Alberto Gómez, ha detallado que hasta el lugar se han desplazado unos 400 efectivos y 15 máquinas para localizar y rescatar a los mineros.

   Los accidentes de este tipo son comunes en el país andino, en el que operan miles de minas de manera artesanal, muchas de ellas sin el permiso de la ley. Según datos del Ministerio de Minas, en lo corrido del año se han registrado 35 accidentes mineros con un resultado de 43 personas muertas.

INTENTOS DE CIERRE

   En este contexto, el gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, ha exigido al Gobierno que clarifique la legislación sobre minas, indicando que las autoridades regionales han intentado cerrar las explotaciones ilegales en varias ocasiones, pero sin éxito.

   El primer intento se produjo el pasado 11 de diciembre en la vereda El Palmar, pero unos 800 mineros se enfrentaron a la Policía y al secretario del Gobierno municipal, Ricardo Cifuentes, quien finalmente dejó el cargo por amenazas.

   Dos meses después, en la vereda de San Antonio, donde se ha producido el accidente, decenas de mineros ilegales impidieron que las fuerzas de seguridad se llevaran sus máquinas y clausuraran el yacimiento aurífero.