Actualizado 08/08/2006 00:45

Colombia.- La ciudad de Cali rinde homenaje a las más de 1.300 víctimas que dejó la explosión de siete camiones en 1956


BOGOTÁ, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una eucaristía rindió hoy homenaje en la cruz que se colocó como señal de duelo a los más de 1.300 muertos víctimas y 4.000 heridos que dejó la explosión de siete camiones del Ejército el 7 de agosto de 1956 en la ciudad de Cali, donde ocho manzanas quedaron completamente destruidas.

Hoy, mientras el país entero celebra el Día del Ejército Nacional, que trae a la memoria el triunfo Libertador en la Batalla de Boyacá, los caleños conmemoraron con tristeza la tragedia que se registró en las cercanías de la antigua Licorera del Valle.

En el acto estuvieron presentes las autoridades eclesiásticas, las Fuerzas Militares, el alcalde de la localidad, Apolinar Salcedo, así como los miembros de su gabinete, según informa el diario colombiano 'El País'.

En memoria de las víctimas, fueron plantados árboles y se colocaron ofrendas florales. Asimismo, mañana por la tarde el escritor Arturo Alape ofrecerá una conferencia sobre este trágico acontecimiento en la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero.

A partir del próximo día 12, esta instalación inaugurará una exposición sobre el 7 de agosto con imágenes inéditas del fotógrafo bogotano Agustín Otero Navarro.

El 7 de agosto de 1956, siete camiones militares cargados con más de 42 toneladas de dinamita, que habían salido de Buenaventura y tenían como destino a Bogotá, explotaron sucesivamente a la una de la madrugada en la capital del departamento del Valle del Cauca y, como lo calificaron algunos cronistas de la época, literalmente "Cali voló en pedazos".

Los camiones estaban estacionados en la plaza de la estación del Ferrocarril del Pacífico, contigua al Batallón Codazzi y la tercera Brigada del Ejército. Pero nadie sabe hasta ahora por qué estallaron. Lo que sí quedó claro fue el saldo de 120 manzanas arrasadas. La cifra exacta de muertos tampoco se supo. Los periódicos de entonces, sometidos a la censura del Gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, hablaron de 1.300 muertos y más de 4.000 heridos, según informa el diario 'El Espectador'.