MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Intermón Oxfam pidió a la comunidad internacional intensificar la ayuda a los afectados por las lluvias en Colombia que han dejado más de 2 millones de damnificados y más de 280 muertos.
La organización humanitaria advierte de que se espera que la situación empeore por las próximas lluvias. El director de Intermón Oxfam, Alejandro Matos, ha manifestado que "son las peores inundaciones que han golpeado a Colombia en los últimos 60 años" y ha añadido que se están "destruyendo miles de hogares, cosechas, caminos y edificios públicos en áreas del país que ya eran muy pobres".
Matos ha explicado que las necesidades más inmediatas "son el agua potable y los servicios sanitarios para evitar una mayor catástrofe en lo concerniente a la salud pública, así como alimentos básicos y refugios temporales para los que han perdido sus hogares".
Hasta el momento, las inundaciones han afectado a más de dos millones de personas en 28 de los 32 departamentos del país y han provocado más de 280 muertos. Otras 300.000 personas se han quedado sin hogar y se encuentran viviendo en refugios temporales.
"Sin un esfuerzo internacional de ayuda humanitaria a gran escala, estas inundaciones seguirán destruyendo los hogares y medios de vida de los más pobres y vulnerables del país", aseguró Matos.
AYUDA INSUFICIENTE
Según Intermón Oxfam la respuesta internacional ha sido insuficiente. "El Gobierno ha estimado que el coste de la ayuda ascenderá a 5.000 millones de dólares (3.800 millones de euros), pero hasta ahora los países ricos han aportado sólo 10,5 millones de dólares (unos 8 millones de euros) para ayudar al país", ha dicho Matos.
Intermón Oxfam ha enviado equipos de respuesta humanitaria a tres de los departamentos más afectados: Córdoba (norte), Sucre (noroeste) y Chocó (oeste), para llevar agua potable y equipos sanitarios a 200.000 personas.
El Gobierno de Juan Manuel Santos ha declarado el estado de emergencia para enfrentar la situación originada por el fenómeno meteorológico de 'La Niña', que provoca una bajada de la temperatura del agua en el océano Pacífico, lo que genera cambios en los patrones climáticos como fuertes vientos e intensas lluvias.