MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las minas antipersona siguen cobrándose víctimas a diario en Colombia, donde más de 50 años de conflicto entre el Gobierno y las guerrillas han dejado el país sembrado de este tipo de artefactos y otras municiones sin explotar que suponen una amenaza latente para las vidas de los colombianos.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en los ocho primeros meses de 2019 se han contabilizado 262 víctimas, lo que supone al menos una cada día. De este total, 114 son civiles y 16 son menores.
Al menos 16 personas han muerto como resultado del estallido de estos artefactos mientras que quienes han sobrevivido, "llevarán las secuelas durante mucho tiempo", ha subrayado el organismo internacional.
Además, "miles de colombianos más están perdiendo sus cultivos, sus animales y la libertad de caminar sus tierras" debido a la presencia de minas antipersona y otros artefactos.
El Gobierno colombiano se ha comprometido a erradicar el problema para 2021. Según datos oficiales, desde 1990 hasta febrero de 2019 alrededor de 11.718 colombianos murieron o resultaron heridos por minas antipersona.