CIUDAD DE MÉXICO, 13 Jun. (Notimérica) -
La investigadora mexicana del Instituto Ecológico de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gabriela Jiménez Casas, ha asegurado que ingerir insectos como gusanos, hormigas rojas o grillos es una solución para obtener los nutrientes, proteínas y aminoácidos, necesarios para controlar el desequilibrio de producción de glucosa cuando se padece diabetes.
La porción de carne que ingiere una persona, que proporciona alrededor del 45% de proteínas. La cantidad de proteínas que aporta la misma cantidad, pero de insectos, varia del 50% al 80%. Los escamoles, larvas de hormiga muy preciadas en la cocina mexicana, contienen hasta un 38% de proteínas, un 9,6% de fibra y un 3% de sales.
Además, los insectos disecados y triturados pueden convertirse en harina que sustituya al trigo para personas celiacas o con alergias alimentarias.
"Se pueden consumir saltamontes, hormigas, gusanos de mariposa, larvas de mosca, de mosquito y de hormigas (escamoles) los cuales son deliciosos. Las cucarachas también se pueden comer, pero las criadas no las de la calle. El sabor varia en función de lo que se les alimenta", ha asegurado la mexicana en una entrevista para 'El Universal'.
Según la investigadora mexicana, comer insectos no sólo es saludable, ya que no contienen grasas trans ni engordan, sino que también contribuye a cuidar al medio ambiente ya que en la mayoría de casos los insectos son plagas que no emiten dióxido de carbono (CO2), como sucede en el procesamiento de carne y tampoco necesitan el uso de pesticidas.
Esta investigación surge 10 años atrás cuando Jiménez Casas fue diagnosticada de diabetes. En este sentido, intentó averiguar alimentos que le ayudasen a llevar una dieta equilibrada libre de azúcares.
Jiménez Casas ha expresado que lamenta que los insectos sean un recurso muy desperdiciado y muy difícil de fomentar su consumo, especialmente entre los adultos. Décadas atrás, los insectos eran un ingrediente fundamental en la dieta de los pueblos indígenas.
Los Estados mexicanos donde más insectos se consumen son Puebla, Chiapas, Hidalgo, el Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Yucatán. La causa son las condiciones geográficas del país que facilitan una gran variedad de insectos, sobretodo en esas regiones.