Actualizado 14/10/2015 08:33

Concluye la búsqueda de cuerpos por el alud en Guatemala

MADRID, 14 Oct. (Notimérica/EP) -

   El Consejo Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala ha ordenado este martes concluir las tareas de búsqueda de víctimas en la zona donde la semana pasada tuvo lugar un deslave de tierra que dejó sepultadas numerosas viviendas en El Cambray II (sur), que ha dejado un saldo final de 280 muertos y 70 desaparecidos.

   El secretario ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado, ha explicado en una rueda de prensa que debido a las condiciones en la zona se ha acordado finalizar las operaciones de búsqueda y localización de víctimas, "dando paso a la siguiente fase de estabilización y recuperación del área afectada por el desastre".

   Por otra parte, el funcionario guatemalteco ha indicado que se entregarán subsidios a las cerca de 150 familias damnificadas. "No se van a construir albergues de transición sino que se va a otorgar un subsidio para que puedan iniciar el proceso de recuperación y estar en muchas mejores condiciones de las que podrían encontrar dentro de los albergues", ha apostillado.

   Finalmente, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales ha confirmado que participará activamente en el desarrollo del proyecto de urbanización, desarrollando los estudios de impacto ambiental, tal y como informa el diario local 'Prensa Libre'.

   El accidente tuvo lugar a última hora del pasado 1 de octubre por la crecida del río Pinula, causada a su vez por las intensas precipitaciones, que terminaron de abrir una grieta preexistente en la montaña en cuyas faldas se asienta El Cambray II.

   La zona ya había sido declarada de alto riesgo por la Conred debido al desgaste del terreno en estos años, lo que ha dado lugar a una investigación de la Fiscalía para dilucidar si hay responsabilidad penal por negligencia.

   Según la Conred, los residentes en El Cambray I y II fueron avisados en el año 2008 de que podría producirse una catástrofe natural de estas características, pero que seguían viviendo ahí porque "se hace prácticamente imposible trasladar a más de 35.000 personas a otro sitio".