Publicado 25/09/2013 09:19

Los conflictos armados intensos, motor evolutivo de las grandes sociedades complejas

Napoleon: Total War   The Peninsular Campaign
SEGA


NUEVA YORK, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los conflictos armados intensos son el motor evolutivo de las grandes sociedades complejas, según concluye una nueva investigación de un equipo interdisciplinar de las universidades de Connecticut, Estados Unidos, y Exeter, en Inglaterra, y el Instituto Nacional para la Síntesis Matemática y Biológica (NIMBioS, en sus siglas en inglés), en Estados Unidos, publicada esta semana en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

El modelo sobre la evolución cultural diseñado en este estudio predice dónde y cuándo las sociedades complejas de mayor envergadura surgieron en la historia humana.

Simulando un panorama realista de la superficie de Afro-Eurasia entre 1500 antes de Cristo a 1500 después de Cristo, el modelo matemático ha sido probado según los registros históricos.

Durante este periodo de tiempo, las innovaciones militares relacionadas con caballos, como los carros y la caballería dominaron la guerra en Afro-Eurasia.

La geografía también importaba, ya que los nómadas que viven en la estepa eurasiática influenciaron a sociedades agrarias cercanas, extendiendo así las formas intensas de la guerra ofensiva fuera de la franja de estepa.

INTERACCIÓN DE LA ECOLOGÍA Y LA GEOGRAFÍA

La investigación se centra en la interacción de la ecología y la geografía, así como la difusión de las innovaciones militares y predice que la selección de las instituciones ultrasociales que permiten la cooperación en grandes grupos de individuos no relacionados genéticamente y estados complejos a gran escala, es mayor conforme la guerra es más intensa.

Mientras que las teorías existentes sobre por qué hay tanta variación en la capacidad de las diferentes poblaciones humanas para construir estados viables suelen formularse verbalmente, por el contrario, el trabajo de estos expetos lleva a predicciones cuantitativas bien definidas, que pueden ser probadas empíricamente.

"Lo emocionante de esta área de investigación es que en vez de contar historias o describir qué ocurrió, ahora podemos explicar los patrones históricos generales con una precisión cuantitativa.

Explicar los acontecimientos históricos nos ayuda a entender mejor el presente y, en última instancia, puede ayudar a predecir el futuro", dijo el coautor del estudio Sergey Gavrilets, director de actividades científicas en NIMBioS.