Actualizado 15/11/2017 08:41

¿Conoces al primer asesino en serie de Argentina?

Mural del Petiso Orejudo en el Penal de Ushuaia
Mural del Petiso Orejudo en el Penal de Ushuaia - WIKIMEDIA COMMONS
Petiso

   BUENOS AIRES, 15 Nov. (Notimérica) -

   Los registros policiales de Argentina catalogaron a Cayetano Santos Godino, conocido como 'Petiso Orejudo', como el primer asesino en serie del país. El joven fue acusado y encarcelado por la muerte y tortura de varios niños a principios del siglo XX.

   Godino nació el 31 de octubre de 1896 en Buenos Aires (Argentina). Criado en el seno de una familia disfuncional y problemática, los maltratos de su padre le cambiaron. Se transformó en un chico rebelde y sin interés en nada.

   Su primera víctima fue María Rosa Frace, de tres años, en 1906. Godino la intentó estrangular pero, al ver que no moría, la enterró viva cubriéndola de tierra y latas que encontró por la zona. Tras descubrir varios cadáveres de animales en su habitación, su padre pidió que le arrestaran y metieran en un calabozo. Pese a que permaneció dos meses detenido, su actitud no cambió sino que empeoró.

   En 1908 intentó ahogar a Severino Gonzales, pero fue pillado. La falta de pruebas y su corta edad le permitieron quedar impune. En esta misma fecha quemó los párpados de un recién nacido, pero huyó de la escena del crimen. También fue sospechoso de iniciar varios incendios en la zona y de quemar a una niña de 5 años, que murió como consecuencia de las heridas.

   Fue enviado a un centro de menores en Buenos Aires que abandonó en 1912. Ese mismo año asesinó a Gesualdo Giordiano, su última victima. El joven llevó al pequeño a una fabrica abandonada y le estranguló con el cordel de su pantalón, pero ante la resistencia del niño se vio obligado a buscar otro arma: usó un clavo para perforar la sien de Giordiano.

 Petiso

   Durante el velatorio, Godino se presentó para ver si le habían conseguido extraer el clavo. Sin embargo, al ver el cadáver se fue llorando. Los policías que estuvieron allí pensaron que el comportamiento del joven era extraño y decidieron interrogarle. El joven se declaró culpable del crimen y de todos los anteriores.

   El 'Petiso Orejudo' fue enviado a un centro hospitalario en Buenos Aires en 1915 y posteriormente se le trasladó a la Penitenciaria Nacional de la calle de Las Heras. En 1923 fue llevado al Penal de Ushuaia --conocido como 'la Cárcel del Fin del Mundo'-- donde permaneció hasta su muerte el 15 de noviembre de 1944, hace hoy 73 años.