Publicado 02/07/2015 08:59

Copa América rinde homenaje a las víctimas de la dictadura de Pinochet

Estadio Nacional de Santiago de Chile, una de las sedes.
STU FORSTER. GETTY IMAGES

   SANTIAGO, 2 Jul. (Notimérica) -

   En la final de la Copa América Chile 2015, en la que Argentina y Chile se disputan el trofeo de este año, también hay espacio para la memoria histórica.

   Este sábado 5 de julio tendrá lugar el último partido de una de las competiciones de fútbol más importantes a nivel nacional, que se celebrará en el Estado Nacional, un recinto cuya importancia va, para los chilenos, mucho más allá del campo deportivo.

   El Estadio Nacional fue el lugar de detención y tortura durante el Gobierno de Salvador Allende, hasta el golpe militar de Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, hace más de 41 años, que precedió al periodo de la dictadura militar (1973-1990).

   Por ello, el pueblo chileno ha decidido rendir homenaje a las miles de víctimas con un sector de la tribuna norte que permanece vacía, sin remodelar y con el mensaje "Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro".

   La 'Escotilla Ocho' del Estadio Nacional fue la puerta de ingreso de los prisioneros durante la Dictadura de Augusto Pinochet, por eso permanece en el recuerdo de los chilenos con el objetivo de cumplir esa frase que condiciona el futuro de la nación al recuerdo de los hechos más dolorosos del país en su historia.

   "Nuestro proyecto Estadio Nacional Memoria Nacional no pretende alterar el actual uso del Estadio Nacional, sino que sumarle una misión educativa y de sitio de memoria, a las deportivas y culturales que ya tiene", dice, según Colprensa, la organización del Museo creado como el Regional Metropolitano de ex Presas y Presos Políticos, quienes añaden que "queremos que a través de nosotros, ex prisioneras y ex prisioneros políticos, se conozca esa realidad que algunos tratan de negar y de la que nosotros somos sobrevivientes".

   Se estima que, entre septiembre y noviembre de 1973, más de 20.000 opositores al régimen fueron torturados o simplemente detenidos, quienes hoy pueden contar la historia, en el Estadio Nacional y toda su unidad deportiva, incluidos el coliseo, el velódromo y la piscina.

   No obstante, los chilenos no fueron los únicos que sufrieron las injusticias y violaciones de los Derechos Humanos de esta Dictadura. Ciudadanos de 38 nacionalidades diferentes pasaron por el que fue el campo de concentración más grande del régimen y que, 41 años más tarde, volverá a recibir la representación de personas de diferentes países del mundo, pero para presenciar una fiesta deportiva.