Publicado 06/05/2020 13:08

Coronavirus.- Paraguay dice que "el acatamiento no es bueno" en el arranque de la "cuarentena inteligente"

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez - PRESIDENCIA DE PARAGUAY - Archivo

MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Paraguay ha indicado que "el acatamiento no es bueno" en el arranque de lo que ha denominado "cuarentena inteligente" de las medidas preventivas adoptadas por la pandemia de coronavirus.

La "cuarentena inteligente" comenzó el lunes con la fase uno, que permite la reincorporación de los trabajadores del sector industrial y de obras civiles, así como de empresas de prestación de servicios como peluquerías, abogados o labores domésticas.

"Podríamos decir que en estos dos primeros días el acatamiento no es bueno", ha dicho el viceministro de Atención Integral a la Salud y el Bienestar Social, Juan Carlos Portillo, en declaraciones recogidas por el diario paraguayo 'Última Hora'.

Portillo ha confiado en "ir mejorando con el correr de los días", considerando "usual que en el inicio de las etapas que venimos pasando y, en particular, en el primer día laboral, se dé el descontrol".

Las autoridades paraguayas han detectado aglomeraciones en transporte público y falta o mal uso de elementos de protección como mascarillas y guantes. Portillo ha recordado que las multas por infringir la "cuarentena inteligente" pueden llegar a los 173 jornales o 14 millones de guaraníes (unos 2.000 euros).

La fase uno de la desescalada en Paraguay llegará hasta el 25 de mayo, si bien el presidente del país, Mario Abdo Benítez, ya ha avanzado que, si es necesario, se retomarán las medidas preventivas. La nación suramericana cuenta 431 casos confirmados de coronavirus, con tan solo diez fallecidos.

El Gobierno de Abdo Benítez está preocupado por el impacto que la pandemia en Brasil, el país más castigado de América Latina, con cerca de 116.000 positivos y unos 8.000 muertos, y apenas medidas preventivas, pueda tener en Paraguay.

Por ello, ha ordenado fortalecer la vigilancia en la frontera común, que permanece cerrada. Con este propósito, ha destinado otros 50 efectivos, seis embarcaciones y dos aeronaves para los controles, que se centrarán en los departamentos de Alto Paraná, Canindeyú y Amambay.