MADRID, 5 Ago. (Notimérica) -
Si vas de vacaciones a una playa paradisíaca de Iberoamérica y quieres hacer un regalo a algún ser querido, puede que, con suerte, no tengas que gastar dinero y encuentres un buen obsequio entre la arena. Y es que, la cantidad de objetos que podemos encontrar enterrados es infinita.
Dando un paseo, además de buscar conchas o llenar un bote de arena blanca de recuerdo, uno se puede encontrar de todo y sin necesidad de un aparato de detector de metales.
1. Mensaje en una botella
Encontrar un mensaje dentro de una botella es lo típico que podemos ver en las películas, sin embargo, también ocurre en el mundo real. Exactamente eso fue lo que le ocurrió a una pareja australiana que encontró un mensaje en una botella 132 años después de que fuera lanzado al mar. El mensaje se trataba de una campaña de Teutsche Seewarte (Observatorio Naval Alemán) para estudiar las corrientes oceánicas. El dato curioso es que, de las miles de botellas que se lanzaron, solo se recuperaron 662. Observa esta foto tomada y cedida por la familia Illman, quienes encontraron el mensaje.
2. Huevos brillantes
Exactamente no son huevos sino ovicápsulas de 4 a 8 centímetros de diámetro. Una especie de burbujas que protegen, a entre 10 y 30 embriones que hay dentro, de los depredadores, cambios de temperaturas o ataques de bacterias.
Estas ovicápsulas van libres por el océano aunque corren el peligro de que por acción de las mareas o los vientos acaben en la arena de las playas que van de Venezuela a Argentina.
3. Dientes de Megalodon
El Megalodon fue un tiburón blanco que medía entre 5 a 7,5 metros de longitud y se extinguió hace dos millones de años. Hoy en día lo único que queda de ellos son sus dientes fosilizados de hasta 18 centímetros de longitud. Encontrarlos en las playas de Florida y California, en Estados Unidos es más frecuente de lo que se piensa.
4. Oro
La gente puede encontrar en cualquier playa del mundo oro. Desde una moneda de varios céntimos a un verdadero tesoro de un antiguo galeón que llevaba años siendo buscado. Eso sí, siempre es obligatorio depositarlo en oficinas municipales de objetos perdidos o estaremos incurriendo en un delito de expolio.
5. Una lápida
Sin duda este es uno de los objetos más extraños jamás encontrados en una playa, según comprobó la empresa Aquotic.com. La historia se remonta a 1914 cuando el ayuntamiento de San Francisco (EEUU) decidió trasladar dos cementerios para ampliar la ciudad. Los restos humanos fueron todos trasladados y los familiares debían pagar por ello. En el caso de que no lo hicieran pasaban a manos del Departamento de obras públicas. Así, miles de lápidas se utilizaron como material de construcción. Pero los fuertes vientos y el desprendimiento de parte de la arena de la playa hicieron que una lápida de mármol apareciera en la arena provocando el asombro de todos.
