SAN JOSÉ, 20 Feb. (Reuters/EP) -
Un juzgado de Costa Rica ha emitido este martes una orden de captura internacional contra un sacerdote católico acusado de pederastia en su país.
A principios de enero, el cura Mauricio Víquez salió de Costa Rica, según ha afirmado la Dirección de Migración, después de conocer la denuncia penal en su contra. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, ha asegurado que desconoce el destino de Víquez, quien hasta 2017 fue portavoz eclesial en asuntos familiares.
Según la ley local, la denuncia penal a la que se enfrenta Víquez por presunto abuso sexual a un menor de edad prescribe en septiembre, cuando transcurrirán 10 años desde que el denunciante, que no ha sido identificado, cumplió la mayoría de edad.
Además, el cura se enfrenta a nueve denuncias canónicas por supuesta pederastia en los últimos años. Los denunciantes son hombres que aseguraron haber sufrido abusos sexuales antes de 2003, por lo que sus casos están prescritos.
"Nos preocupa que este caso quede impune como quedaron los abusos que muchos otros sufrimos de parte de este mismo sacerdote", ha señalado a Reuters Michael Rodríguez, portavoz de los denunciantes.
En los últimos años han salido a la luz varias denuncias de abusos a menores por parte de sacerdotes católicos en distintos países del mundo, algo que viene sacudiendo los cimientos de la Santa Sede.
La respuesta de la Iglesia ante la crisis ha variado de un país a otro. Si bien hay procedimientos claros y estrictos para prevenir abusos en países como Estados Unidos, en otros, sobre todo en países en desarrollo, se han quedado atrás.
El Papa Francisco ha prometido en repetidas ocasiones tolerancia cero para los sacerdotes que abusen de los niños, y del 21 al 24 de febrero abordará el asunto con la jerarquía clerical.