Actualizado 04/02/2017 07:19

¿Cuántas segundas lenguas existen en Iberoamérica?

Segunda Lengua Pipil en Iberoamérica
REUTERS

   MADRID, 4 Feb. (Notimérica) -

   Se denomina segunda lengua al idioma no nativo de una persona o territorio, es decir, a cualquier idioma diferente del materno aprendido después del período crítico de adquisición.

   Un ejemplo claro de segunda lengua es el francés en Canadá, que junto al inglés, forman parte de las dos lenguas oficiales del país. Sin embargo, este concepto debe diferenciarse del de 'bilingüismo', pues un mismo individuo puede tener más de un idioma aprendido, y en tal caso la denominación 'segunda lengua' no sería válida.

   Además de presentarse el caso de Canadá, muchos son los países que cuentan con una segunda lengua. En el caso de Iberoamérica, se hablan idiomas pertenecientes al idoeuropeo, tupí, quechumaran, amerindio, uto-azteca y al misumalpan.

   Estos conjuntos de lenguas están formados por idiomas que a su vez poseen variantes y que se hablan en todos los países que forman la comunidad iberoamericana, desde Centroamérica hasta Sudamérica.

ESPAÑOL

   El español pertenece al indoeuropeo, el conjunto de lenguas habladas actualmente desde la India hasta Europa. También se emplea para hacer referencia a los pueblos históricos --pueblos indoeuropeos-- que originalmente hablaron esas lenguas a su sociedad, a su religión y a su cultura.

   A pesar de que el español sea la lengua oficial de la mayoría de países iberoamericanos, en el caso de Brasil, el español es la segunda lengua, ya que es la más hablada por los brasileños detrás del portugués.

ITALIANO

   Detrás del español está el italiano, segunda lengua en Argentina. Esto se debe a la emigración de los italianos al país iberoamericano en la década de 1870 que duró casi 100 años y que es considerado el movimiento migratorio más numeroso e importante que recibió históricamente la República Argentina.

   Es por ello que los italo-descendientes son la mayor comunidad europea en el país, incluso superando a los descendientes de inmigrantes españoles.

QUECHUA

   Otra segunda lengua hablada en Iberoamérica es el quechua, perteneciente al conjunto de lenguas llamado quechumaran, hablado en Ecuador, Perú y Bolivia.

   Esta familia de lenguas, originaria de los Andes centrales se extiende por la zona occidental de América del Sur a través de seis países. La cantidad de hablantes de lenguas qechuas se estima entre ocho a diez millones.

   En Perú hasta el siglo XX el quechua era el idioma más hablado hasta que fue sobrepasado por el español. Dentro de esta lengua existen variantes como el qechua sureño, descendiente de la lengua general colonial, siendo la más extendida; seguida del quechua norteño, hablado en Ecuador, Colombia y el departamento peruano de Loreto; y el quechua ancashino, de la sierra norcentral de Perú.

   A diferencia del español, el quechua funciona sin artículos o conjunciones y sin distinguir géneros gramaticales.

WAYUU

   En cuanto a los territorios colombo-venezolanos, la lengua wayuu, perteneciente al amerindio, es la segunda lengua más hablada en estos dos países.

   Los wayú son aborígenes de la península de la Guajira, sobre el mar Caribe, que habitan territorios de Colombia y Venezuela, sin tener en cuenta las fronteras entre ambos países.

   Es el pueblo indígena más numeroso de Colombia y Venezuela, representando cerca del 11 por ciento de la población del estado venezolano de Zulia y cerca del 45 por ciento de la población del departamento de La Guajira.

   El 97 por ciento de la población wayú habla su idioma tradicional que es el wayuunaiki, el 32 por ciento habla también español y el 66 por ciento no ha recibido ningún tipo de educación formal.

GUARANÍ

   Otra segunda lengua en Iberoamérica es el guaraní, idioma de la familia tupí-guaraní hablada por aproximadamente ocho millones de personas en el Cono Sur de América, siendo uno de los idiomas oficiales de Paraguay a partir de la Constitución de 1992.

   También es hablado en parte de los territorios de los países vecinos, como el noreste de Argentina --Corrientes, Misiones, Formosa, partes de la provincia del Chaco y en puntos aislados de Entre Ríos--. En Corrientes es lengua oficial junto con el español.

   Además, en Bolivia es una de las lenguas oficiales desde la promulgación del Decreto Supremo el 11 de septiembre del 2000 y desde su inclusión en la Constitución Política, promulgada el 7 de febrero de 2009.

   Dentro de esta lengua se observan algunas variantes, entre las que se encuentran el guaraní paraguayo, el guaraní misionero y el guaraní tribal. Esta última abarca los dialectos hablados por cinco o seis etnias asentadas dentro del territorio paraguayo y limitadas geográficamente: 'Guaraní Occidental', 'Paí Tavyterá', 'Ava Guaraní' e 'Idioma Mby' a Guaraní'.

MISUMALPAN

   Las lenguas misumalpas son una pequeña familia de lenguas indígenas de América habladas en la costa este de Nicaragua y alrededores. Esta familia de lenguas pertenece a las variantes Mískitu, Sumu y Matagalpa, esta última extinta.

   Se conoce que anteriormente se extendieron a países como El Salvador, Honduras y Nicaragua, a pesar de que actualmente solo se mantiene viva en ese último país.

UTO AZTECAS

   Las lenguas uto-aztecas, también llamadas yutoaztecas o yutonahuas, forman una familia de lenguas amerindias ampliamente difundidas por América del Norte con aproximadamente un millón y medio de hablantes.

   Tiene su origen histórico en algún lugar situado hacia el suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México y debe su gran difusión a importantes migraciones de sus hablantes hacia tierras mesoamericanas.

   Una lengua perteneciente a la familia uto azteca es el náhuatl, una macrolengua que se habla en México y que apareció alrededor del siglo V. Una rama de esta lengua es el pipil hablado en El Salvador.

   El término 'pipil' es utilizado por la comunidad de estudiantes internacionales para distinguirla principalmente de las variantes del náhuat de México.

   Esta lengua es hablada solamente por un diez por ciento de la población salvadoreña debido a la masacre de 1932, conocida como el mayor etnocidio de la historia contemporánea del país centroamericano.