Actualizado 03/07/2018 08:30

10 años de la Operación Jaque, primer paso de los diálogos con las FARC

un helicóptero del ejercito de colombia
Reuters - Archivo

   BOGOTÁ, 2 Jul. (Notimérica) -

   Este martes se cumplen diez años de la Operación Jaque. Este rescate de 15 personas secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue realizado por el Ejército colombiano sin disparar ninguna bala y supuso un momento clave en el conflicto entre el Gobierno y la guerrilla.

   En total, las FARC mantenía bajo custodia a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt; a los estadounidenses Marc Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes y a los policías y militares Juan Carlos Berme, Raimundo Malagón, José Ricardo Marulanda, William Humberto Pérez, José Miguel Arteaga, Amaón Flórez, Julio César Buitrago, Armando Castellanos, Vianey Javier Rodríguez y John Jairo Durán.

   Las fuerzas de inteligencia colombianas consiguieron hacerse pasar por altos cargos del grupo armado y dar órdenes a sus presuntos subordinados para concentrar en un solo punto a los tres grupos de secuestrado que había. Lo lograron el 2 de julio de 2008.

   Contaron al carcelero al cargo, alias 'César', que en ese sitio un helicóptero de una Misión Internacional Humanitaria los recogería a él y a los secuestrados para que el entonces comandante de las FARC, Alonso Cano, pudiera conocerlos.

   En realidad se trataba de un helicóptero militar y los miembros de la presunta misión humanitaria eran agentes camuflados. 'César' subió al helicóptero con ellos y entonces fue inmovilizado junto a otro guerrillero.

IMPORTANCIA DE LA OPERACIÓN

   Además de por su ingenio y su ausencia de violencia, para muchos la Operación Jaque marcó un punto de inflexión en el conflicto del Ejército con las FARC.

   Según el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el rescate "tuvo dos efectos diametralmente opuestos". "Para las Fuerzas Militares, para el Ejército, fue una inyección de moral, de entusiasmo, de optimismo, de seguridad en sí mismo. Por otro lado, para las FARC fue un golpe a su moral, a su entusiasmo, a su capacidad de continuar esa guerra que habían librado durante tantos años", cuenta.

   Añade que con este rescate se cumplieron dos requisitos necesarios para que las FARC se sumaran a un proceso de negociación serio. Uno de ellos era "invertir la correlación de fuerza a favor del Estado, que los militares estuvieran mejor capacitados y tuvieran más poderío, más fortaleza frente a lo que las FARC tenían en ese momento. En El Caguán era a la inversa, todo el mundo decía que las FARC eran más poderosas que el Ejército". El segundo consistía en "quebrar la voluntad de los comandantes de la guerrilla, que para ellos resultara mejor negociar la paz que continuar la guerra".

   "Una vez se lanzó esta operación se marcó el punto de quiebre para todas las instituciones. Empezamos a hablar de diálogos, eso es lo que llevó a la negociación", cuenta desde el anonimato el entonces piloto del helicóptero de la misión, informa 'El Colombiano'.